El Ayuntamiento de Málaga ha iniciado una campaña para fomentar el consumo del agua del grifo entre los malagueños. Para ello ha lanzado la marca 'Agua de Málaga' para distinguir al agua que se suministra habitualmente Emasa por el grifo y que ha sido tratada previamente en la desaladora de El Atabal. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, señaló, acompañado por el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, José del Río, destacaron que este agua se caracteriza por ser saludable, de máxima calidad, con los mayores controles sanitarios, respetuosa con el medio ambiente y barata.

La campaña de concienciación usará el eslogan "Calidad en tu grifo". De este modo, el Ayuntamiento de Málaga pretende conseguir un cambio de hábitos y recordar a los malagueños que desde la puesta en funcionamiento de la desaladora, en marzo de 2005, el agua corriente que se distribuye en la ciudad de Málaga tiene una calidad excelente.

La percepción sobre el agua de Málaga ha mejorado notablemente a partir de 2005, pero en el objetivo de que se produzca un cambio de hábitos se apuesta por darle identidad al producto denominándolo 'Agua de Málaga', haciéndolo reconocible, dándole así más valor. Esto mismo se ha hecho en otras ciudades, tanto españolas como de otros países, en el marco del movimiento 'progrifo'. Sólo en Andalucía, ya se han puesto en marcha iniciativas similares en las vecinas capitales de Sevilla, Córdoba, Granada, Cádiz y Jaén.

El abastecimiento de agua para los casi 600.000 habitantes de la ciudad de Málaga se hace a partir de 9 recursos distintos: el complejo de embalses del Guadalhorce -Conde del Guadalhorce, Guadalteba y Guadalhorce-, y los embalses de Casasola, El Limonero y Pilones. A estos seis puntos se añaden otros tres: la captación del río Aljaima y los pozos de Aljaima y Fahala.

La mayor parte del agua se transporta por gravedad mediante conducción abierta hasta la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) El Atabal, y presenta un alto contenido en carbonatos y cloruros -sales-, principalmente la que procede del embalse del Guadalhorce. Por esa razón, junto al cloro que es legamente obligatorio agregar, el agua tenía antes de 2005 un sabor que producía rechazo.

Desaladora en El Atabal

Hasta 2004, el agua de la ciudad era apta para el consumo gracias al tratamiento físico-químico convencional que se llevaba a cabo. Para mejorar la situación del abastecimiento y aprovechar el recurso del embalse salobre del Guadalhorce se decidió completar la ETAP con una Instalación Desaladora de Agua Salobre (IDAS) por ósmosis. La IDAS entró en servicio en 2005 y, desde entonces, no ha interrumpido su actividad.

Desde el punto de vista técnico, el agua con la que Emasa abastece a los malagueños es prácticamente a la carta: tiene que cumplir unos índices de calidad de dureza -contenido en carbonatos- y de conductividad -contenido en sales- de 10 grados hidrométricos -esto es, 100 partes por millón- de dureza y 500 microsiemens por centímetro de conductividad.

La calidad del agua de salida a la red de distribución es analizada continuamente. Los resultados de dichos análisis -parámetros de conductividad, pH, cloruros, turbidez, dureza, sodio, bacterias coliformes, escherichia coli y cloro residual libre- se publican diariamente en la página web de Emasa: https://www.emasa.es/3_calidad/analisis_agua/3221_analisis.php.