El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha presentado hoy el esperado plan para reducir el riesgo de inundabilidad que genera el río Guadalhorce, que se repite cada año en cuanto llueve un poco más de lo normal y que crea múltiples incomodidades a los empresarios de la zona. La iniciativa se ha puesto de largo esta mañana en el Salón de los Espejos con la presencia de una importante representación empresarial de la provincia, varios ediles del equipo de gobierno y otros regidores afectados, como Joaquín Vilanova de Alhaurín de la Torre. Más allá de las soluciones previstas, el responsable del estudio, Manuel Aldeanueva, ha estimado que las seis actuaciones costarán en torno a cuatro millones de euros.

El estudio ha sido encargado por el Ayuntamiento con el fin de reducir la huella de inundabilidad. Es un análisis de detalle (figura reconocida en la Ley 9/2010, de 30 de julio, de Aguas de Andalucía) del tramo de río comprendido entre la autovía y la desembocadura. El regidor ha recordado que este trabajo fue encargado por el Consistorio a raíz de la publicación en 2014, por parte de la Junta de Andalucía, de los Mapas de Peligrosidad y Riesgo de Inundación de la autonomía; estos mapas, según el Consistorio, situaban a grandes zonas urbanas del tramo final del río bajo la afección de la avenida del periodo de retorno de 500 años, con diversas repercusiones negativas, muchas de ellas para las empresas de la zona. Básicamente, miles de metros cuadrados de suelo pasaron de ser urbanos y consolidados a figurar como inundables, con la dificultad que ello supone administrativamente para el asentamiento de nuevas compañías en esa zona industrial de la ciudad y la inseguridad jurídica para completar sus inversiones.

El trabajo ha sido validado por la Junta, pero lo encargó Promálaga a la consultora Irtene. Su denominación es la siguiente: "Estudio Hidráulico para la prevención de inundaciones y la ordenación de la cuenca del Guadalhorce", de forma que en su elaboración se han tenido en cuenta análisis previos, como el que hizo el Cedex. De sus conclusiones, se desprende la necesidad de ejecutar seis actuaciones concretas cuya realización podrá mitigar, de forma transitoria (hasta que se construya el nuevo puente sobre el río de la MA-21), el problema generado por la huella de inundabilidad.

Las medidas, ha defendido el alcalde, son de tipología blanda (no se actúa sobre el cauce, sino sobre la llanura de inundación), de rápida ejecución y viables económicamente a corto plazo. Su ejecución permitirá ampliar la capacidad actual del cauce en 1.100 metros cúbicos por segundo (es el caudal que ahora no fluye por el encauzamiento hasta alcanzar el mar y se desborda, de modo que aumenta la lámina de agua en la parte inundable).

Las actuaciones son las siguientes: recrecer la margen izquierda de los arroyos Prado de Jurado, de las Yeguas, Boticario y Pocapringue en su confluencia con el río; acondicionar a su estado original del encauzamiento en el entorno del ferrocarril de Cercanías Málaga-Fuengirola, con la retirada de acopios de material; restauración del cauce de aguas bajas en el entorno del puente sobre el río, a las condiciones del proyecto original; rebajar el cauce de aguas altas en las cercanías del puente, apertura total del segundo arco de avenida de la margen izquierda y el descenso de la cota de las tuberías de saneamiento bajo el puente (tuberías de impulsión de la zona oeste de Málaga y Torremolinos); recrecimiento de las motas de encauzamiento del río Guadalhorce aguas arriba de la MA-21 y recrecimiento del encauzamiento del arroyo de las Cañas en su parte final.

Ahora, según el regidor, habrá que acometer los proyectos constructivos y ha recalcado que solucionar este problema es una de las prioridades de la ciudad, "tal y como ha quedado patente desde el inicio de este mandato municipal". Ha indicado que, en su inicio, todos los grupos firmaron una moción institucional en la que, entre otras cosas, se instaban a las administraciones públicas competentes a definir y consensuar las medidas correctoras para disminuir los riesgos de inundación de la ciudad, de forma que, ha declarado De la Torre, el Consistorio ha adelantado gran parte de ese trabajo.Manuel Aldeanueva, responsable del estudio, ha indicado que, una vez redactados los proyectos,

las obras se pueden ejecutar en un periodo comprendido entre seis meses y un año. Al respecto, el regidor ha dicho: "Primero, hay que hacer lo más rápido posible los proyectos, si se encargan ya no sé cuantos meses llevará su ejecución".

Sobre quién va a pagar estas obras, el regidor malagueño ha destacado que ofreció al anterior Gobierno andaluz, una promesa que se extiende también al actual gabinete, aportar la inversión para la mitad de las actuaciones, y ha deseado, en presencia de la delegada del Ejecutivo autonómico en Málaga, que esta institución se sume al esfuerzo inversor, abriendo también el abanico de posibilidades a los empresarios y propietarios del suelo.