Las primarias no se discuten en Ciudadanos. Al menos, para las elecciones generales del 28 de abril. Cuatro aspirantes expondrán de aquí al sábado argumentos y modelos para justificar que deben ser ellos quienes lideren la candidatura naranja y representar así al partido y a Málaga en el Congreso. Ayer, tres de los cuatro contendientes presentaron en la sede central del partido en la capital sus credenciales. Entre ellos, una cara conocida ya en la política y otros aspirantes sin experiencia aún sobre la moqueta. Los candidatos son Guillermo Díaz, Emilio Utrabo, Miguel Ángel Macías y José Manuel Tejada. El último no estuvo presente ayer. Son días de campaña interna, con visita a agrupaciones, encuentros informativos y rondas de debate. Lo que quedó claro ayer es que serán unas primarias de guante blanco, sin luchas enfurecidas por el poder. Sin candidatos buscando el cuerpo a cuerpo dialéctico ni nada que se le parezca.

Sin necesidad siquiera de abundar mucho en sus ideas y planteamientos, Díaz ya demostró ayer que parte como claro favorito en este proceso interno. No fue él quien evocó este rol. Ya se encargaron de ello sus compañeros de partido, al recordar, Macías lo hizo de forma insistente, que el hasta ahora diputado en el Congreso poseía unas «tablas» de las que carecían los demás. Los debates sobre los liderazgos siempre aparecen aparcados en Ciudadanos porque nunca da la intención de que las primarias alumbren grandes sorpresas.

Igual que en 2015 Díaz salía en desventaja e Irene Rivera ratificó su rol de predilecta, ahora cualquier hipótesis que no sea la de un triunfo de Díaz está casi fuera de lugar. Apenas han florecido debates internos en torno a su figura en los últimos tres años y, aunque no se haga público, cuenta con el apoyo de los dirigentes del partido de máximo nivel. A pesar de todo, Díaz confesó ayer cierto nerviosismo. Los procesos internos, por muy meridianos que parezcan, siempre tienen su dosis de incertidumbre.

Defensa

En la defensa de sus candidaturas, los tres comparecieron frente al atril de las sede para exponer a trazo grueso lo que quieren poner en práctica si salen elegidos como número uno. Díaz hizo un repaso a las iniciativas que había planteado en el Congreso y destacó que siempre ha estado disponible y accesible tanto dentro como fuera del partido. «Pienso que he hecho un trabajo digno y he ejercido un parlamentarismo de autor», llegó a decir.

Por su parte, Macías, que se autodefinió como alguien que ha cosechado cierto éxito en el mundo empresarial, apeló a su amor por Málaga y a su intención de arrancar en el Congreso inversiones para esta provincia. «Voy a partirme la cara por conseguir inversión para Málaga», aseguró, además de reivindicar su procedencia de la «sociedad civil». «Soy totalmente nuevo en esto de la política», explicó. Por último, tomó la palabra Utrabo. Ya se enfrentó a Javier Imbroda en las últimas primarias para las autonómicas. Abogó por abandonar la política de trincheras, dominante en estos momentos, según aseguró, y pidió que todos los diputados malagueños remen en una misma dirección, o sea Málaga.