Los taxistas malagueños volverán el próximo lunes a manifestarse en la Delegación de Fomento por una regulación de las VTC (Vehículos de Transporte Concertados). Será la segunda concentración después de la de este lunes pasado, y se enmarca dentro de un ciclo de reivindicaciones que ha planteado el sector, una vez que que ha llegado a la conclusión de que la Junta de Andalucía no está trabajando con la celeridad necesaria para perfilar un nuevo marco regulador para la comunidad autónoma. Los taxistas vuelven a citarse, de esta manera, a una protesta que comenzará a las 10 de la mañana en la Plaza de San Juan de la Cruz.

En el escrito emitido por los taxistas malagueños, que ha sido trasladado a los medios de comunicación, se alude a las motivaciones del sector para volver a las calles de forma coordinada y luchar contra Uber y Cabify, que son las principales compañías que utilizan las VTC para operar en la provincia de Málaga. "Esta segunda convocatoria sigue formando parte de las reivindicaciones del sector que a lo largo de este mes irá concentrando a compañeros para manifestar de forma pacífica la expectación del sector sobre el borrador que se nos debe entregar al finalizar el plazo de 45 días y la preocupación que tenemos sobre la temática de este borrador, que esperamos esté centrado, como ya dijimos en la pasada manifestación, en la regulación de las VTC y no en una desregulación encubierta del taxi", reza el comunicado redactado por el Grupo de Movilización de la Costa del Sol.

El conflicto que mantienen los taxistas con Uber y Cabify es de carácter nacional, como se ha podido ver en las recientes protestas del sector en las capitales de Barcelona y Madrid. Pero, al estar transferida la regulación en materia de transporte a las diferentes comunidades autónomas, cada región cuenta con sus propias aristas y el conflicto cuenta con sus características específicas según el territorio en cuestión.

En Andalucía, la principal particularidad ha estado en el reciente cambio de gobierno en la Junta. Cuando los taxistas salían a protestar en las calles de Barcelona y Madrid, el Parlamento andaluz estaba en plena fase de traspaso de poderes y el sector carecía de interlocutor en San Telmo.

Una vez armada la Consejería de Fomento, con la popular Marifrán Carrazao al frente, se han mantenido, hasta el momento, dos reuniones con las diferentes asociaciones del taxi. Tras una primera toma de contacto, se produjo una segunda reunión, en la que ya estuvieron presentes el viceconsejero, Jayme Raynaud, y el nuevo director de movilidad, Mario Muñoz-Atanet, y que debió servir para marcar los plazos concretos en los que debía estar fijado un nuevo marco regulador para controlar la forma de operar de Uber y Cabify en Andalucía.

Esta segunda reunión, que se produjo a mediados de febrero, se saldó con la promesa de la Junta de tener listo un primer borrador dentro de un plazo de 45 días. Un plazo rechazado de forma unánime por el sector del taxi, al considerar que es excesivo y que supone, a efectos prácticos, una dilatación del problema que los taxistas ya no están dispuestos a soportar.