Si todo marcha según lo previsto, La Mundial será pulverizada en las próximas semanas. Donde ahora aún se levanta un edificio histórico, está previsto que la semana que viene comiencen los trabajos preliminares para su posterior derribo. El hotel que lleva la firma del arquitecto Rafael Moneo, proyectado en la parcela de Hoyo de Espartero, está más cerca que nunca de convertirse en una realidad palpable. Seguramente, el de este sábado haya sido el último tren de protesta que haya pasado antes de que comience la manipulación del terreno. Unas 300 personas no lo han querido desperdiciar y se han concentrado esta mañana en señal de desacuerdo contra el derribo del edifico, obra de Eduardo Strachan, y que ahora tiene los días contados.
Convocados por la iniciativa ciudadana Salvemos La Mundial, los ciudadanos que han asistido a la manifestación han utilizado el método de la cadena humana para mostrar su rechazo contra la demolición de La Mundial y han martilleado eslóganes contra el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y han perserverado en que seguirán movilizándose para evitar lo que consideran una entrega del patrimonio histórico en favor de un negocio con carácter especulativo. No hubo gritos tímidos sino voces decididas por la trascendencia de lo que pasará en los próximos días. Para este lunes, el área de Movilidad ya ha concedido los respectivos permisos para la reorganización del tráfico, que marca el paso previo a que entre la maquinaria pesada.
Durante casi una hora, los manifestantes se han agarrado mutuamente de las manos y han correado indistintamente: "Dónde está Paquito, Paquito dónde está, Paquito está vendiendo la ciudad", "Sálvemos La Mundial" y "Este derribo lo vamos a parar". Una vez disuelta la cadena humana, se le ha dado continuidad a la protesta con la lectura conjunta de un manifiesto, que abunda en la necesidad de "respetar y conservar el trazado histórico". Además, el escrito deja claro que no persigue evitar per se la llegada de Moneo a la ciudad: "Un diseño de Rafael Moneo puede tener su lugar en mi ciudad, pero nunca a costa de destruir la imagen del Centro Histórico, como ya pasó hace años con el hotel Málaga Palacio".
La protesta ha sido de carácter transversal, sin protagonismo de partidos políticos, y se ha ratificado la presencia de manifestantes de diferentes ideologías. Pero las imágenes de la cadena humana también han dejado la presencia de varios cargos públicos de la capital, que han asistido a titulo personal. Entre ellos, Eduardo Zorrilla, Begoña Medina, Ysabel Torralbo y Remedios Ramos. Los cuatro, concejales en el Ayuntamiento de Málaga. También ha quedado claro que Gonzalo Sichar, ya fuera de Ciudadanos, sigue su propio ritmo. Su presencia ha vuelto a confirmar el mal encaje que tenía en la formación naranja. El grupo municipal de Ciudadanos, junto al PP, es la base en favor de la construcción del hotel de Moneo.
