­Para tratar una adicción es necesario un tratamiento farmacológico y otro psicológico. Y Miguel Ángel Arana explica que, unida a esta segunda rama, se está haciendo necesaria la ayuda de expertos en marketing, pues desde la democratización de las nuevas tecnologías, las personas con este tipo de males están teniendo problemas en sus tratamientos y mayores dificultades para salir de su adicción. «Los índices de recaída han subido». Al igual que cuando compramos una prenda o buscamos un viaje recibimos impactos sobre esos determinados gustos, pasa lo mismo con otros productos legales o ilegales.

Arana, que ha estado este fin de semana en Málaga con motivo del XLVI Jornadas Nacionales de Socidrogoalcohol y I Congreso Internacional sobre el asunto, detalla que «hay más de 170 tipologías de adicciones, pero algunas como el sexo, las drogas, el alcohol o el juego» son más sensibles en Internet. Y es que el móvil, a través de la geolocalización o las palabras clave «nos recuerdan dónde estamos». El dispositivo transforma la información en una que puedan utilizar las marcas comerciales. Incluso el patrón de color de la pantalla puede indicar si se consume pornografía. «El dispositivo móvil va contigo y tu histórico de consumo de información, los navegadores y los fabricantes les recuerdan cosas».

¿Cómo afecta Internet a las adicciones?

Internet afecta a las adicciones por ser un potenciador de ellas. Si no tratas tu adicción e Internet te genera impactos todos los días y puede ser peor. Internet nos está haciendo esclavos de la situación y derivado a las adicciones hace que la gente no salga tan facilmente. eso lo está notando la gente que lleva los tratamientos todos los días.

¿Las estrategias de marketing se definen teniendo en cuenta las adicciones?

Sí, se hace conscientemente. Las adicciones las podemos disfrazar como personas que tienen un patrón de consumo, pero sabemos cómo impactamos. El marketing se basa en pasar de una persona que no conozco a una persona totalmente fidelizada. Nosotros estamos haciéndolo a la inversa.

¿Qué están desarrollando para paliar esto?

La tecnología puede afectar positivamente en función de cómo gestionemos y con quién lo hagamos. También puede ayudarnos a quitar una adicción porque nos generen contenidos positivos. Estamos en proceso de desarrollo con distintas plataformas y redes sociales de desarrollar un software para ver cómo afecta el marketing, la publicidad o Internet a esa persona. Estamos desarrollando apps para que si eres adicto a la cocaína por ejemplo, intentamos mediante cortafuegos, fireware, configuraciones avanzadas de seguridad que, a través de una app que se instala, se gestiona, mide parámetros y empieza a neutralizar cosas.

¿Cómo ayudan a los profesionales?

También estamos desarrollando una tecnología, como una banda, que se le pone a las personas para que mida parámetros y, por ejemplo, si eres adicto a la cocaína y tu geolocalización dice que estás en un sitio donde se vende mande alertas a la persona que están llevando tu tratamiento. Mido sudoración, ritmo cardíaco y tensión, de tal manera que sé que estás en estado de peligro. Intentamos que la tecnología ayude a estas personas. Nos hemos dado de frente con la razón para poder dar una solución.

¿Nuestro teléfono escucha constantemente lo que hablamos?

Correcto. Las móviles, dispositivos e incluso ordenadores están escuchando todo el día. No hay una persona escuchando, sino que se transcriben las conversaciones y las transforma en palabras clave y se hace una nube de tags. Con ese histórico podemos ver cómo se definen las personas. Nosotros permitimos que queremos que nos escuchen. Las firmas cogen esos datos, los encapsulan, los venden a un tercero y generan esos impactos. Lo más triste es que todo esto es legal.

¿Qué deben hacer entonces los adictos?

Hay que enseñarles aprendizaje para que estas personas puedan disfrutar de Internet sin poder tener problemas.

¿El usuario no sabe a qué se enfrenta? ¿Falta información?

No lo sabe. La información existe, otra cosa es cómo se canaliza.

¿Qué tienen que hacer los usuarios para evitar este tipo de marketing?

Ante una adicción ponernos en manos de los profesionales, que nos darán las directrices para saber manejarlo. Y tercero con esos patrones, la información y con las app que estamos haciendo poder seguir los patrones de la información.

¿Es suficiente fijarnos más en las políticas de privacidad?

En España se tardan 36 segundos de media en aceptar las condiciones de uso de una app. Nos creemos que todo es gratis y estamos vendiendo nuestros datos. Parece que como es gratis no pasa nada, pero estamos cediendo nuestras vidas

¿Es poco dura la ley en este sentido?

Con la normativa de privacidad de datos estamos siendo conscientes de la situación, no al punto que deberíamos, pero sí los organismos oficiales están poniendo medidas. Antes valía todo.

¿En sí Internet está creando adicción?

Sí. Cuando hay cierto volumen de consumo y de información de forma no controlada genera una adicción. Internet es una propia adicción. Cuando se ha caído una red como Whatsapp es cómo si se acabara el mundo. No es que dependamos de ciertas tecnologías, sino es que tenemos una adicción a ciertas tecnologías.

¿Qué diría a los profesionales del marketing?

La gente que nos dedicamos al marketing tenemos que tener presente la confianza, el compromiso, la coherencia y el respeto. Al final hay que hacer el bien y no ver a quién. La tecnología es buena, pero depende del uso que se le dé. Y en este caso primero hay que ayudar a esas personas.