Los taxistas malagueños repitieron ayer la protesta en la Delegación de Fomento para exigir una regulación de las licencias VTC (Vehículo de Transporte Concertado) y del uso que hacen las compañías Uber y Cabify de las mismas para operar en la provincia de Málaga. El Grupo de Movilización de la Costa del Sol congregó a un centenar de profesionales para expresar los deseos del sector.

La de ayer fue la segunda de una serie de manifestaciones que se irán sucediendo en las próximas semanas, que se realizarán a pie y en coordinación con otras capitales andaluzas. La movilización se puso en marcha tras la presentación de un requerimiento el pasado mes, por parte de las diferentes asociaciones, en el que se daba a conocer la disconformidad con el plazo de la presentación del borrador para regular las VTC. Según la propia Junta, «por razones jurídicas y técnicas, tal periodo era inamovible». «Entendemos que es un periodo muy largo, porque después a éste, le tenemos que sumar el tiempo estipulado para alegaciones, ya que tan sólo es un primer borrador. Será una situación que se extenderá hasta después de Semana Santa», repitió el portavoz del Grupo de Movilización, Jesús Báez, que no ha cambiado nada hasta el momento.

Los taxistas malagueños ayer presentes temen que el tiempo estimulado sea la excusa perfecta para esperar un cambio político a nivel nacional para derogar el decreto aprobado por el Gobierno socialista el pasado mes de octubre.