Hay que reconocer que la configuración de las candidaturas en los partidos políticos ya no es lo que era antes. Donde había ciertas certezas, ahora se están abriendo paso los giros dramáticos. Como el último que ha protagonizado el PP de Málaga, al colocar de número uno para su lista del Congreso al periodista Pablo MontesinosPablo Montesinos. No estaba en ninguna de las quinielas y los lugartenientes del partido que quedan en Málaga se han enterado por la prensa. Significativo. "¿Puedes confirmar lo de Montesinos, por favor? Montequé. Hostia, lo estoy viendo ahora mismo". Coordinación es otra cosa.

En Sevilla, donde se concentra ahora el núcleo de poder del PP de Málaga, representado por Elías Bendodo, aseguran que estaban al tanto. "Celebramos la decisión. Es una persona muy vinculada a la provincia. Participa y comparte los valores del PP y es un buen defensor de la candidatura. Su designación parte con el acuerdo de la dirección provincial". Hasta aquí llega la primera valoración de la dirección provincial. Argumentario de manual.

Pablo Montesinos. Un fichaje mediático como el que más. Una cara muy conocida para el telespectador por sus apariciones habituales en 'La Sexta Noche' y 'Al Rojo Vivo'. Quizá, los dos programas que mejor sintetizan la evolución de la información política de un producto reservado a eso que llaman élites hacia un producto de consumo de banda ancha. En la política no existen las casualidades y si Pablo Casado ha optado por imponer a Montesinos, es porque cree que le puede beneficiar. Una cara muy conocida y fraguada en las batallas de plató como catalizador del voto. La lucha en el espectro de la derecha cara a las elecciones generales del 28 de abril es encarnada y Montesinos puede aportar ese plus de notoriedad para ganarle el pulso a Ciudadanos y Vox. Al contrario que a sus contendientes, no se le tendrá que instruir en retórica y dominio del lenguaje.

Decir que la política se ha trivializado al ganar en presencia mediática es desconocer un poco la historia. En la Antigua Grecia, política y teatro ya iban de la misma mano. Era conocida y entrenada la importancia de la dramática y el arte de la representación. La política se desarrollaba en la arena y esa arena ahora son los platós de televisión. Y como las historias tienen que tomar cuerpo, aparece Montesinos: sin militar en el PP, se identifica con el PP de Pablo Casado y sus valores, y decide dar el salto en un momento histórico. Su vinculación con Málaga existe. Nace en Almería, pero se traslada en su infancia a Málaga. Estudia en Valle Inclán y después en San Estanislao. Reside durante su adolescencia en la barriada malagueña de Miraflores del Palo. Su familia vive en la capital. No es un paracaidista al uso.

En todo caso, la jugada es arriesgada. Pone en entredicho, como pasa siempre con los fichajes estrella, a los afiliados provinciales. Ya hay constatadas algunas caras incrédulas. Carolina España quería repetir de número uno y ahora queda señalada. Juande Villena, otro casadista de pro, estaba activamente en la puja de las listas y ahora se achica el espacio. Génova manda y el PP de Málaga asiente. Mala noticia para los más fieles. Nombres como los de Manuel Marmolejo o Avelino Barrionuevo están más en el aire que nunca.

Lo primero que piensa hacer como candidato por Málaga, asegura Montesinos, es recorrer la provincia de Málaga. No cabe más que desearle suerte de manera sincera. Sin corporativismos tan inherentes, a veces, al gremio. Y un humilde recordatorio: Málaga no es solo el Muelle Uno o el Caminito del Rey y La Malagueta. Málaga también son Los Asperones.