Las reivindicaciones del movimiento animalista, organizado en diversos colectivos y asociaciones como ha ocurrido con otros sectores de la sociedad civil, ya no pueden ser soslayadas por los partidos, ni en sus programas ni en sus discursos. El Ayuntamiento de Málaga se marcó, en noviembre de 2016, el reto de llegar al sacrificio cero de animales domésticos en el Centro Zoosanitario Municipal en dos años y medio, es decir, que el plazo, en virtud del acuerdo firmado entre el PP y Ciudadanos, acabaría este verano. Sin embargo, la ciudad se ha desviado mucho de ese plazo; y, si se obvia la dificultad de su consecución, también ha orillado el firme propósito de llegar a ello si se echa un vistazo a los números. Entre 2015 y 2018, los cuatro años que abarca este mandato, han sido sacrificados 4.996 animales (mascotas y otros).

El 2 de noviembre de 2016, todos los grupos políticos del Ayuntamiento acordaron comprometerse con la implementación del sacrificio cero de animales en la ciudad, además de realizar campañas entre la ciudadanía sobre tenencia responsable de animales y con el fin de favorecer las adopciones.

Los datos, recopilados por IU-Málaga para la Gente (IU-MpG) tras la realización de diferentes preguntas al equipo de gobierno, no dejan lugar a dudas acerca del alejamiento de este objetivo: entre 2015 y 2018, fueron sacrificados 2.189 perros en las instalaciones del Zoosanitario, frente a los 2.709 gatos. Además, se practicaron eutanasias a cinco caballos, otros tantos hurones, 68 aves y otras 20 a diversas especies. No se derivó ningún ejemplar a otro lugar y el procedimiento se realiza con el producto pentobarbital sódico, previa sedación profunda, una sustancia ya empleada, explica el equipo de gobierno, en periodos anteriores.

Para lograr el sacrificio cero es esencial reducir el número de abandonos y aumentar significativamente la cifra de las adopciones (ahora se producen muchas internacionales). Las adopciones de perros han caído significativamente, al menos las del Zoosanitario (también se adopta en el Refugio de la Protectora de Animales): en 2015 fueron 349; 327 en 2016; 264 en 2017 y 152 en 2018. Se entregó a sus propietarios en ese cuatrienio un total de 542 perros (es decir, estos los rescataron del centro) y se cedieron a otras instituciones 1.189. En cuanto a los gatos, los propietarios rescataron a 107 y 273 fueron cedidos a otras instituciones. La cifra de adopciones ascendió, entre 2015 y 2018, en 370.

El portavoz de IU-MpG, Eduardo Zorrilla, explicó a este periódico que «el sacrificio cero del que hablaban PP y Ciudadanos al inicio del mandato, algo que dijeron en prensa, era sólo uno eslogan y propaganda; pensaban acabar con el sacrificio cero en dos años y medio, y las cifras demuestran que se mantienen estables los sacrificios en el Centro Zoosanitario Municipal». Por tanto, exigió al equipo de gobierno que se «deje de eslóganes y propaganda y haga un plan municipal de protección animal y adopción, de forma que estas últimas se potencien y se pueda llegar a un verdadero sacrificio cero».

«Pensamos que el Zoosanitario no debe ser un tanatorio de animales donde se los llevan para morir, sino un lugar para potenciar las adopciones, que son ahora menos que nunca», agregó. En los años anteriores, las cifras también son destacadas: en 2012 fueron sacrificados 1.158 perros y 939 gatos; en 2013, 1.008 canes y 1.069 felinos; en 2014, un total de 847 perros y 646 gatos. En cuanto a los caballos, uno recibió la eutanasia en 2014. En relación a otros animales, en 2012, por ejemplo, se ayudó a morir a seis conejos, 25 gallinas, un ganso, tres loros, una perdiz, un porcino, siete canarios, 14 gaviotas y una golondrina, entre otros.