Juan Marín asegura que la receta para cumplir con sus múltiples obligaciones como vicepresidente de la Junta y consejero de varias carteras está en trabajar mucho y dormir poco. Esa voluntad y la capacidad para delegar le está facilitando su aterrizaje en el nuevo Gobierno. A pesar de llevar apenas dos meses rodando, anticipa una probable reestructuración de las consejerías y se reafirma en la voluntad de bajar impuestos en esta legislatura. «Nos hemos comprometido a reducir la presión fiscal», recuerda. A pesar de persistir en la unidad del Gobierno, también manifiesta posturas distintas a las que marca el PP. Caso concreto, el metro de Málaga. Marín defiende el tramo al Hospital Civil en superficie porque «es lo que está firmado» y sobre el futuro político de Juan Cassá prefiere no pillarse los dedos.

¿Usted se siente más vicepresidente o más macroconsejero?

Yo me siento más consejero de las áreas que llevo. Llevo cinco. A muchos se les olvida Políticas Migratorias, pero para mí es tan importante como puede ser cualquier otra.

Quién abarca mucho aprieta poco. ¿No le teme a eso?

Yo tengo mucha capacidad de trabajo y me gusta delegar. En muy poco tiempo, he sabido rodearme de un equipo muy profesional. En las áreas que llevo, solo hay una exdiputada. Las demás personas son profesionales de los distintos ámbitos.

¿Le satisface la estructura del Gobierno, con cambios notables respecto a lo que había antes? ¿Es operativa?

Sirve para poner en marcha un gobierno de cambio después de 37 años. Pero toda estructura es mejorable. A medida que se desarrolle la legislatura, habrá que tomar decisiones si vemos que es más eficaz mover alguna consejería. Los cambios son continuos.

¿Cómo se materializa actuar como un solo Gobierno? Evitar que sus consejeros vayan por un lado y los del PP por otro.

Hablamos a diario. Cada uno tiene que asumir sus competencias y su responsabilidad. Hemos dado muestras evidentes de que hay un solo Gobierno, por mucho que algunos intenten dar a entender lo contrario. Los gobiernos de coalición funcionan en muchos sitios, aunque en España nunca se habían dado.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido para bien y para mal?

La facilidad con la que hemos podido encajar el PP y Ciudadanos en un gobierno. De lo que me he encontrado...la dejadez y el abandono de un Gobierno de 37 años. Pensaban que todo iba a seguir siendo igual.

¿Cómo es su relación con Elías Bendodo? ¿Es su nuevo Manuel Jiménez Barrios?

Con Chiqui (Manuel Jiménez Barrios) sigo teniendo una muy buena relación. Elías Bendodo me ha sorprendido. No había tratado con él y tengo que decir que es un político de Estado. Tiene un compromiso con su proyecto político, pero también con lo que es un gobierno y su funcionamiento.

¿Ha sentido en algún momento que trata de suplantarle el cargo y actuar como vicepresidente de facto?

No lo ha hecho ni lo va a hacer. Sabemos cada uno cuál es el trabajo que nos corresponde y lo resolvemos de manera coordinada. Cada lunes tenemos una reunión en San Telmo.

Le repito las palabras de su consejero de Economía: «Una bajada masiva de impuestos, ahora mismo, es imposible». ¿Es la constatación de que la realidad cambia mucho cuando uno está en el Gobierno?

Son unas manifestaciones que no se corresponden con lo que estamos poniendo en marcha. Lo primero que hemos hecho es eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones. Creo que no se le ha dado la importancia que merece.

¿La supresión del impuesto de sucesiones ha sido un brindis al sol? Ciudadanos ya anunció y defendió en la última legislatura que este tributo ya era historia.

Nos hemos quedado solo con las sucesiones. Pero la importancia que tiene bonificar al 99% el impuesto de donaciones es enorme. Donaciones no estaba en esa situación. Hoy, un padre que quiera ayudarle a su hijo puede donarle su dinero con un 99% de bonificación.

¿Se compromete a que habrá más bajadas de impuestos?

Habrá más. Nos hemos comprometido a reducir la presión fiscal en el IRPF y a modificar el impuesto de transmisiones patrimoniales. Acabamos de empezar.

Acaban de empezar y ya están hablando de la herencia recibida.

No demasiado, creo, pero se seguirá hablando de la herencia recibida. Cada día salen cuestiones distintas en muchos aspectos. No tenemos todos los informes.

Pero el PP y Ciudadanos no son nuevos. ¿No deberían haber previsto con lo que se van a encontrar? Hace nada eran oposición en el Parlamento.

No es fácil. Hay muchas cuestiones que están en el aire. Hablamos de sentencias judiciales o procedimientos iniciados, que no sabemos cuáles van a ser las consecuencias. La consejera de Fomento hablaba de una deuda de 600 millones de euros con las empresas andaluzas.

¿Quién va a aspirar al final la comisión de investigación de la Faffe? ¿PP o Ciudadanos?

Yo aspiro a que sea Ciudadanos. Además, fue algo que impulsamos nosotros. Lo hablaré este lunes y lo decidiremos.

¿Qué ha sido de la radiografía exacta de la Junta? Aseguró Manuel Jiménez Barrios que les dejó todo claro y sobre la mesa.

Chiqui, lo que me entregó, fue el estado de las cuentas públicas. Y las cuentas dicen que tenemos más de 35.000 millones de deudas. Ya está. Eso fue todo lo que se entregó.

¿El PSOE ha falseado datos y cifras?

No es que haya falseado. Simplemente nos ha dado lo que nos ha dado. Datos que ya conocíamos porque la Cámara de Cuentas tiene la obligación de dar los resultados económicos y dar un balance de la situación.

En las listas de espera del SAS, su Gobierno sí denuncia abiertamente manipulaciones.

Bueno, lo que han hecho es aplicar unos criterios en las valoraciones que no contemplaban todas las situaciones reales. Han utilizado un criterio técnico que no te permitía reflejar cuál era la verdadera situación.

El PSOE y Adelante Andalucía ya advierten de una clara intención de sembrar dudas sobre el sistema público y propiciar la privatización de la sanidad.

El PSOE e IU, durante muchos años, sacaron a concurso público muchos servicios de sanidad. Yo me acuerdo de Hospitales Pascual. El 061 está externalizado. La colaboración público-privada tiene que existir.

Pero ustedes tienen la capacidad de determinar el peso. Elevar, por ejemplo, los conciertos en la sanidad.

Aquí lo único que se ha hecho es poner en marcha un plan de choque de 25 millones de euros para reducir las listas de espera. ¿Cómo se hace? Una parte va a la pública, pero es que no podemos atender a 680.000 personas en los servicios de urgencias. Entonces, otra parte se saca a concurso para abrir servicios.

Es decir, ¿va a ser algo temporal? ¿Descarta esta solución como una medida estructural?

Temporal. Esto no es algo estructural. Después, lo que se hará es incorporar al SAS más profesionales. Las mentiras del PSOE y de Adelante Andalucía tienen las patas muy cortas.

Su partido ha anunciado una reforma en las Unidades de Valoración de la Violencia de Género. ¿Es una cesión a Vox?

No tiene nada que ver con Vox. Nosotros vamos a duplicar el número de profesionales en cada provincia. Eso no tiene nada que ver con lo que pide Vox, que es la colegiación. Vox plantea una iniciativa que rechaza la Mesa. Yo le digo a Vox que no voy a identificar a las personas porque lo impide la ley de protección de datos. Lo que he pedido a las delegaciones provinciales es que se nos informe si los trabajadores cumplen con cada uno de los requisitos que se nos exigen.

¿Ha asimilado ya que necesita a Vox para gobernar?

Tengo una relación normalizada con Vox, al igual que con el resto de fuerzas políticas. Hay cosas que no comparto con ellos, pero dentro de la normalidad política.

Inés Arrimadas dijo que su partido ya había eliminado 84 «chiringuitos políticos» de la era PSOE en tan solo 100 días. ¿Hay un listado con los nombres de los 85? ¿Cuáles son y cuánto ahorro supone su supresión para el presupuesto?

Son la Fundación Mediara, el Consorcio Guadalquivir, el Consorcio Qualifica Costa del Sol y las 77 Unidades Territoriales de Empleo. Eso, hasta ahora. Se cerrarán más. El ahorro presupuestario no lo tengo calculado. En la Fundación Mediara nos encontramos un millón de euros aparcados. ¿Qué hace ahí ese dinero desde el 2011? Eso hay que preguntarse.

¿El PSOE ha enchufado a gente en la Junta de Andalucía?

Pues no lo sé. Supongo que sí. Sinceramente, no lo sé. Aquí había un consejero delegado en Turismo Andaluz que era alcalde del PSOE. Ese cargo ya no existe. Nosotros hemos reducido más de un 17% los trabajadores que acompañan a los consejeros.

¿Por qué ha nombrado para el nuevo Gobierno a antiguos directores de sociedades públicas que ya estaban con el PSOE?

Porque son magníficos profesionales. No le hemos pedido el carnet a nadie. Yo no le he preguntado a Manuel Muñoz a qué partido vota. Nuestro partido defiende la meritocracia, no la afiliación política. Yo eso pienso llevarlo a gala.

Mercedes García Paine, su delegada de Educación en Málaga, forma parte de la ejecutiva provincial del PP. Es llamativo.

Esa ha sido la elección de Javier Imbroda. No está en tela de juicio a qué proyecto político defiende Imbroda. Yo he dejado total libertad a mis consejeros. Aquí no hay imposiciones. Hasta ahora, o eras del partido, o no trabajabas.

Sobre el Metro de Málaga, usted ha defendido en campaña que se realice el tramo en superficie por el Hospital Civil. Ahora, Juanma Moreno ha anunciado que se paraliza. ¿Cree que es una decisión acertada?

Yo creo que lo que está firmado, hay que cumplirlo. No he cambiado de criterio. Porque si no se cumple lo que se ha firmado, hay que indemnizar a las empresas. Que se asuman las consecuencias y se le diga a los ciudadanos. Si se hace soterrado, eso va a costar 600 o 700 millones de euros a los contribuyentes. Creo que es algo inasumible.

¿Susana Díaz sigue sin dirigirle la palabra, a solas?

Hablamos los dos este jueves en el Parlamento. Tuve la oportunidad de hablar con ella a solas un rato y vamos en la línea de poder recuperar esa relación de amistad que teníamos anteriormente. Fue un momento agradable.

¿Cómo valora la marcha sonada de Gonzalo Sichar?

Sencillamente, ha tomado otro camino político. Ya lo veremos muy pronto. Yo le agradezco su trabajo, mientras que ha estado.

"Que yo sepa, no se está buscando a otro candidato para la capital"

El pucherazo en las primarias de Ciudadanos en Castilla y León no mina por completo la credibilidad de su partido.

Yo creo que se ha corregido un error y creo que eso también es una prueba de democracia interna. Alguien ha hecho algo que no debía. Lo que no podemos hacer es nombrar a una candidata que no había alcanzado el respaldo. Ojo, que se podía haber mantenido.

¿Usted puede garantizar que las primarias que se han celebrado en las provincias andaluzas han sido limpias?

Yo no, pero la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, sí. Yo no sé si se puede haber escapado un voto. También es verdad que los resultados no han sido tan ajustados como en Castilla y León.

La participación de los afiliados en la elección de Guillermo Díaz no ha superado el 35%. ¿Le preocupa esta cifra bajísima?

No. Realmente, en este tipo de procesos nunca hay una participación muy alta. Menos, cuando se tiene muy claro a quién se quiere como candidato. En Málaga no había ninguna duda.

¿Por qué aún no se han designado a los candidatos a las alcaldías? ¿Cuándo se sabrán las candidaturas municipales?

Porque con la convocatoria de las elecciones generales se paralizan automáticamente todos los procesos. Pero ya están en marcha la formalización de propuestas en las asambleas locales. Para principios de abril pueden estar. Depende la Secretaría de Acción Institucional. Pero yo no estoy en esos temas.

¿Juan Cassá será el candidato en Málaga?

Yo creo que sí. Él tratará de presentarse y habrá una propuesta del comité local, como pasa en todas las ciudades.

¿Le consta que se le esté buscando un sustituto a Cassá?

Que yo sepa, no están buscando a otro candidato para la capital.

¿Habrá una candidatura a la alcaldía de Marbella?

Creo que sí. Sé que se estaban barajando al menos dos candidatos.

El modelo andaluz, Gobierno PP+Cs, con apoyo puntual de Vox, ¿es exportable para La Moncloa?

El Gobierno andaluz es una coalición del PP con Ciudadanos. ¿Es exportable a nivel nacional? Es posible. ¿Con qué apoyos? Pues no lo sé. El juego parlamentario se juega partido a partido.