La inminente demolición de Villa Maya, en la calle República Argentina, 19, derribada esta semana, fue conocida por el alcalde Francisco de la Torre, que no hizo nada para evitarlo.

Se trataba de la vivienda del cónsul Porfirio Smerdou en El Limonar, en la que buscaron refugio 580 malagueños de ambos bandos durante la Guerra Civil.

El pasado 23 de enero, el gerente de Urbanismo, José Cardador, informó en el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo de la concesión de la licencia de demolición de este chalé, que no estaba incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU.

Esta decisión motivó que concejal socialista Sergio Brenes alertara de que se iba a echar abajo uno de los hitos de la Guerra Civil en la ciudad y propuso que se instara a la Junta de Andalucía a que lo declarara Lugar de Memoria de Andalucía.

Por su parte, la portavoz del grupo municipal Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, además de informar del valor de la vivienda, envió el 31 de enero un escrito al alcalde, Francisco de la Torre, en el que le informaba de la próxima demolición.

Desconocían su valor histórico

En el escrito, que no obtuvo respuesta, Torralbo informó a De la Torre de que tanto el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares como el gerente, José Cardador, «ignoraban que aquella casa albergó y salvó las vidas de 580 personas».

Por este motivo y considerando el doble valor histórico y arquitectónico del chalé del Limonar, solicitó al alcalde la suspensión de la licencia de demolición, la inclusión del chalé en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU, así como que se estudiara la posibilidad de reconocer el inmueble como «lugar de la memoria para la ciudad».

Este martes, Ysabel Torralbocomentó a La Opinión que aunque el alcalde no contestó al escrito, en una junta de portavoces De la Torre achacó la falta de protección de Villa Maya "a los errores del PGOU del 83". La concejala de Málaga Ahora dijo sentirse muy dolida por la desaparición de un edificio que era un "símbolo de concordia" entre españoles de derecha e izquierda.

En los primeros seis meses de dominio republicano (julio del 36 a febrero del 37), el generoso cónsul mexicano escondió en Villa Maya a malagueños de derechas y religiosos y tras la llegada de las tropas de Franco, a republicanos. Gracias a sus contactos, pudo ir sacándolos de Málaga en coches y barcos.

Con la demolición, se pierde un trozo de la memoria histórica de la Guerra Civil en Málaga.

En la comisión de Urbanismo de este martes, 19 de marzo, en los ruegos y preguntas el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares al grupo municipal Málaga para la Gente que la demolición de la vivienda se había ajustado a la ley, informó un portavoz del grupo.

Además, este portavoz de IU calificó de "barbaridad" el derribo por tratarse de una villa "digna de conservarse y que formaba parte de la Historia de Málaga, una de sus señas de identidad, además de que tenía valor arquitectónico".

Por su parte, Anton Ozomek, del colectivo Edifeicios, dijo que los defensores del Patrimonio de Málaga se encontraban "completamente desolados" por la pérdida de Villa Maya y mostró su "absoluta indignación", porque, pese a la solicitud formal de protección enviada al alcalde por Málaga Ahora, Francisco de la Torre

Este periódico trató de recabar una respuesta del concejal de Urbanismo Francisco Pomares, sin resultado. Una portavoz municipal declaró que Villa Maya era "un edificio privado".