La fábrica de la multinacional japonesa Fujitsu en Málaga, situada en el polígono del Guadalhorce, cerrará el presente ejercicio 2018-2019 (el año fiscal japonés va del 1 de abril al 31 de marzo) con una facturación de unos 168 millones de euros, cifra algo inferior a la del año precedente (176 millones), pero que mejora de forma sensible lo inicialmente presupuestado por los responsables de la factoría nipona (130). Fujistu ha finalizado en los últimos años algunos importantes contratos de suministro con Honda o General Motors por lo que, tras firmar un récord histórico en el ejercicio 2016-2017 con 195 millones en ventas, sus rectores ya tenían previsto este ligero descenso.

Según recordó ayer a este periódico la directora de la fábrica, Blanca Hermana, las claves de futuro pasan en parte por los planes que la también nipona Denso, socia colaboradora de Fujitsu, tenga para la fábrica de Málaga, en la que trabajan cerca de 500 personas. Ambas compañías alcanzaron en octubre de 2017 un acuerdo mediante un cambio en la estructura de su capital que afecta a la filial española de Fujitsu (Fujitsu Ten España, a la que se adscribe la factoría del polígono del Guadalhorce). El objetivo es que Denso, con mayor potencial en el segmento de automoción, haga seguir creciendo la actividad con la consecución de más clientes.

Los resultados de Fujitsu en este ejercicio reflejan, de momento, esta dinámica de menor actividad en la automoción, ya que si este sector suponía en años anteriores el 85% de la producción en ventas de Fujistu en Málaga, ahora su peso ha bajado al 75%. De esta forma, el área de negocios propios y cajeros automáticos (la otra pata de la compañía) crece y se lleva el otro 25%.

Hermana se muestra satisfecha con los datos del año, que han logrado mejorar lo inicialmente presupuestado en una coyuntura de transición, a espera de lograr esa carga de trabajo de parte de Denso y de seguir explorando nuevas líneas de negocio. Denso se dedica por completo a la automoción y en Europa sólo tienen una fábrica, la de Barcelona. Así, la de Málaga podría ser complementaria a ella y encargarse de la parte electrónica de todo lo que en Barcelona se fabrica (climatizadores, motores, columnas de dirección, etc).

De momento, el principal cliente que sigue manteniendo el centro de Fujitsu en Málaga es Toyota, con suministros para sus fábricas de Francia, Reino Unido y Rusia. Para el próximo año las previsones de facturación de Fujitsu son todavía a la baja (aunque luego puedan mejorarse, como ha ocurrido ahora) y a partir de 2021 se espera ya empezar a crecer de nuevo.

En cuanto a la línea de cajeros automáticos y negocios propios, el objetivo de Fujitsu a futuro pasa por seguir potenciándola para alcanzar una mayor diversificación de su negocio. Este ejercicio se han fabricado unos 1.700 cajeros para Caixabank, un 50% más que el año anterior. Precisamente, la entidad financiera presentó hace un mes una nueva gama de cajeros que ofrecen a sus clientes la posibilidad de realizar reintegros en sus cajeros automáticos mediante reconocimiento facial y sin tener que introducir su PIN. La tecnología de esos cajeros ha sido ensamblada en la fábrica de Fujitsu en Málaga, en colaboración con Faceohi.

CaixaBank ya tiene en funcionamiento este sistema de verificación en los cajeros de cuatro oficinas Store de Barcelona, con un total de 20 terminales. La entidad prevé realizar progresivamente la expansión del reconocimiento facial en sus oficinas Store a partir del segundo semestre de 2019.