En mayo de 2016 se conoció que el dueño de Inditex, Amancio Ortega, iba a dotar a través de su fundación de 25 aceleradores lineales a la sanidad andaluza, equipos de última generación destinados al tratamiento del cáncer, en concreto, la radioterapia, de los cuales, cinco irían destinados a la provincia de Málaga a partir del 2017. Desde entonces, la sanidad malagueña solo ha puesto en marcha uno y trabaja para poner en funcionamiento los restantes entre 2019 y 2020.

El reparto de los cinco equipos en la provincia es de dos aceleradores para el Hospital Regional y tres para el Hospital Clínico. El Regional -antiguo Carlos Haya- cuenta con dos y sumaría un total de tres cuando estén a pleno rendimiento, ya que uno de los antiguos sería sustituido. El Hospital Clínico, por su parte, se queda con tres de los cinco nuevos aceleradores y contaría con cuatro en total. De los dos que tiene en la actualidad, uno será reemplazado por lo que sumará un total de cuatro aceleradores antes de que culmine 2020.

Mientras tanto, el único que se ha puesto en funcionamiento es uno de los del Hospital Regional. En concreto, empezó a usarse en noviembre de 2018, y desde la fecha hasta el pasado 28 de febrero ha permitido tratar a 184 pacientes, según fuentes hospitalarias. Cuatro meses en el que el acelerador TrueBeam ha administrado 3.230 sesiones con un promedio de 17 sesiones por paciente.

Otro de los datos que apuntan desde el hospital es que, según el cronograma trazado para utilizar la maquinaria donada por el dueño del gigante textil, la puesta en marcha de este aparato estaba prevista para 2020, lo que supone un adelanto de dos años en su instalación y funcionamiento que el hospital no detalló a qué se ha debido pero que ha beneficiado a cerca de 200 pacientes en sus primeros meses de trabajo.

En cuanto al otro acelerador lineal, actualmente el hospital está en periodo de recepción para poder iniciar las medidas pertinentes por parte del servicio de Radiofísica. Se prevé que a lo largo de este 2019 se ponga en marcha el equipo.

Situación del Clínico

El Hospital Clínico cuenta con dos equipos de radioterapia y uno de ellos, el más antiguo, será sustituido en un futuro por uno de los donados por la Fundación Amancio Ortega, a lo que se sumarán los otros dos equipos hasta alcanzar un total de cuatro aceleradores lineales para combatir el cáncer. Con este aumento de equipamiento, el hospital prevé duplicar su capacidad e incluso aumentar la complejidad de los tratamiento de radioterapia, según informaron fuentes hospitalarias.

En cuanto al proyecto de la puesta en marcha de los mismos, el centro está inmerso en la reordenación y diversas actuaciones de la Unidad de Farmacia del hospital, un paso previo necesario para ganar metros cuadrados en la Unidad de Oncología Radioterápica y Radiofísica y para el cual ha sido necesario la reubicación de farmacia en el centro. Después de esta reforma, comenzarán los trabajos para crear los dos búnkeres en los que irán los aceleradores lineales. Uno de ellos se prevé que entrará en funcionamiento en 2019 mientras que el otro lo hará previsiblemente en 2020.

Sobre la sustitución del equipo antiguo por uno de los de última tecnología, fuentes hospitalarias explicaron que necesitan que uno de los nuevos equipos haya echado a rodar para poder desinstalar el más antiguo. Desmontar este equipo requiere de semanas y con un trabajo diario que supera el centenar de pacientes, el hospital no puede permitirse paralizar durante semanas esa máquina sin tener otra puesta en marcha que absorba esa actividad. Un hecho que repercutiría en los pacientes de manera directa y engrosaría las esperas.

El Clínico atiende cada año en este área a 2.300 pacientes en primeras visitas, además de realizar unas 3.800 revisiones. Unas cifras a las que hay que sumar que 1.600 pacientes reciben al año un tratamiento personalizado con radioterapia, lo cual se traduce en más de 20.100 sesiones que suponen una asistencia diaria de más de un centenar de pacientes.