«Los malagueños no somos conscientes de la pérdida que hemos sufrido. Las instituciones deben tener al frente a personas sensibles que tengan ojos y sepan ver dónde hay elementos importantes que hay que preservar».

Estas reflexiones las realizaba ayer por la mañana, delante de las ruinas de Villa Maya, Félix Álvarez, funcionario de la Junta de Andalucía nacido en Coín hace 55 años y que está a punto de publicar en Ediciones del Genal La lista de Smerdou. Los refugiados de Villa Maya. 1936-1937.

Se trata de una investigación sobre el cónsul de México Porfirio Smerdou con datos inéditos sobre su labor como salvador de vidas de 580 malagueños de ambos bandos dentro y fuera de Villa Maya, la casa demolida esta semana en El Limonar.

«Estoy convencido de que el alcalde está arrepentido de no haber tomado medidas con anterioridad, y que lo mismo lo está la Consejería de Cultura de la Junta, tanto su titular actual como los anteriores», subraya. Por eso, cree que «si hoy pudiéramos retrotraernos en el tiempo, todo el mundo querría ponerse la medalla de proteger esta villa».

Nada más volver esta semana de Berlín, donde conoció por el whatsapp de un amigo la noticia del derribo, se acercó al número 19 de la calle República Argentina y, de forma simbólica, pidió permiso para hacerse una foto con sendos ladrillos que, para él, representan la inacción de la Junta y el Ayuntamiento con este símbolo de la Guerra Civil en Málaga. «De alguna manera, esto es lo que estas dos administraciones nos han dejado a los ciudadanos». Félix Álvarez aprovecha para recoger las palabras de uno de los operarios de la demolición, que le comentó que muchos malagueños estaban aprovechando estos días para llevarse algún pequeño recuerdo de la casa. «Hay muchos descendientes de los que salvó Porfirio Smerdou. Yo también me llevé los dos ladrillos para mi memoria personal», comenta.

Este funcionario de la Junta y licenciado en Derecho trató en 2017 que la Junta de Andalucía declarara Lugar de la Memoria Histórica Villa Maya, pero la lentitud del proceso no permitió que se concluyera el expediente. También quedó en agua de borrajas la petición a la Consejería de Cultura, el pasado 14 de marzo, para que adoptara medidas cautelares y suspendiera las licencias municipales de edificación y demolición.

Sospechoso para el Franquismo

Pese a haber salvado cientos de vidas de malagueños del bando nacional, Félix Álvarez destaca en su próximo libro que Porfirio Smerdou «despertó recelos para el régimen de Franco» porque tras la toma de Málaga por las tropas rebeldes el cónsul empezó a salvar vidas de malagueños republicanos.

De hecho, estuvo a punto de enfrentarse a una larga condena de cárcel (12,5 años) por su fugaz pertenencia a la masonería. Por suerte, muchos de los malagueños del bando nacional a los que libró de la muerte en la primera etapa de la guerra intercedieron y se libró de la pena.

Félix Álvarez aboga por que se conozca más la figura de este hombre ejemplar, aunque lamenta que su casa, 80 años después de una terrible Guerra Civil, no haya sobrevivido a la falta de sensibilidad de los políticos.