El grupo municipal de IU-Málaga para la Gente propuso ayer que el Ayuntamiento use mecanismos que regulen los efectos que está teniendo en «turismo de bajo coste» en la ciudad, para evitar «morir de éxito».

Así, los concejales de IU Málaga para la Gente Eduardo Zorrilla y Remedios Ramos presentaron ayer una moción que se debatirá en la próxima comisión de Economía y Empleo que incide «en el cambio de turismo de bajo coste a uno de mayor calidad».

También la iniciativa va destinada «a tomar medidas que redistribuyan la riqueza que está generando el aumento del turismo en la ciudad y a establecer medios para combatir los pisos ilegales y empresas que ofrecen el denominado ocio de borrachera».

Zorrilla señaló que el crecimiento turístico de la ciudad en los últimos años «es positivo para la misma», pero advirtió «del peligro de morir de éxito» y acabar «con la gallina de los huevos de oro». La preocupación de la coalición de izquierdas la marca el aumento del denominado turismo low cost, que «tiene enormes perjuicios para la ciudad y para sus habitantes».

«El sector ha cambiado y ahora el mercado está dominado por grandes operadoras turísticas, que tributan en paraísos fiscales y generan poca economía y empleo local», criticaron, asegurando que un ejemplo de ello son «las plataformas del alquiler de pisos como es el caso de Airbnb, que registró un total de 5,4 millones de clientes en toda España y solo pagó 55.221 euros en impuestos de sociedades».

«Su filial española tenía únicamente contratadas a 21 personas y todas dedicadas al marketing. Esta plataforma norteamericana tributa en Irlanda, que es lo más parecido a un paraíso fiscal», lamentaron. De igual modo, continuaron, «este turismo genera costes para Málaga en forma de servicios como la limpieza y el alumbrado o la seguridad y cuyo coste repercute directamente en la ciudadanía». «No hay redistribución de la riqueza a pesar del gran crecimiento y los trabajos son de salarios bajos, jornadas extenuantes y contratos precarizados», agregó.

En este punto, advirtieron de que también se ha dado un fenómeno como es el del aumento de los precios del alquiler, «que no sólo está echando a vecinos del Centro, sino que hace imposible vivir en muchos barrios».

«Queremos un turismo de primera y huir de esos efectos perniciosos y el equipo de gobierno debe dejar su política errática, porque hay mecanismos para ello», agregaron, al tiempo que recordaron que en otras ciudades se están tomando medidas, como es el caso de Madrid, que ha puesto en marcha un plan sobre pisos turísticos o el de Estados Unidos, que se ha puesto coto a la proliferación de estos pisos limitádolos en determinadas zonas o por épocas del año.

Por último, Eduardo Zorrilla y Remedios Ramos incidieron en que «queremos un turismo sostenible, regulado de calidad donde, además, los beneficios sean para toda la ciudad y no para unos pocos y, mientras que los costes los paguemos todos».