­Un total de 513 mujeres fueron intervenidas durante el ejercicio pasado en los hospitales públicos de Málaga por el virus del papiloma humano (VPH), la principal infección de transmisión sexual que en la mayoría de los casos requiere de intervención ambulatoria para realizar conizaciones cervicales, es decir, extraer la parte del cuello de útero que ha sido afectada, y que en un porcentaje menor, y tras desarrollar el cáncer de cuello de útero, requiere de cirugía radical o extirpación.

La ginecóloga del Materno Infantil Antonia Enríquez asegura que este virus se adquiere y elimina con facilidad e incluso un porcentaje elevado ni sabe que lo tiene al ser asintomático; un virus que tiene dos picos en edades comprendidas entre los 20 y 25 años, al inicio de la vida sexual, y sobre los 45 y 50 años, un periodo ligado al cambio y aumento de parejas sexuales. Sin embargo, en algunos casos requiere de intervención al dejar lesiones en el cuello del útero; lesiones precancerosas que en un plazo de 12 a 24 meses se eliminan como normal general. El problema, y de ahí la importancia de saber si una mujer tiene el VPH y qué tipo -existen unos 40 que afectan a la mucosa genital-, es que si persiste en el tiempo el virus- por desconocimiento o porque no ha desaparecido- con los años esas lesiones en el cuello del útero se puede convertir en un cáncer. «Cuando se tiene el virus del papiloma humano se piensa inmediatamente en cáncer pero solo un pequeño porcentaje lo desarrolla. Lo que sí necesita es vigilancia y control», matiza la especialista que explica que aunque el cáncer de cuello de útero atiende a varios factores, casi en el cien por cien de los casos el VPH está presente. «Las vacunas, el día del VPH y todo lo que hacemos es para prevenir el llegar ahí», expresa.

Desglose de los datos

En cuanto a los datos de Málaga, la delegación provincial de Salud asegura que el centro que más casos de conizaciones y extirpaciones registró fue el Hospital Costa del Sol con 194 casos, le sigue el Hospital Regional con 150 -95 de ellas conizaciones-y el Clínico con 104. En el Hospital de la Axarquía sumaron 43 conizaciones cervicales, mientras que en el de Ronda 12 y en el de Antequera una decena.

Existen un centenar de tipos de virus del papiloma humano, sin embargo, solo unos 40 afectan a la mucosa genital, según la ginecóloga del área del aparato genital infantil del Materno. «El resto están relacionados con la piel. Las verrugas comunes de las manos son un tipo de virus del papiloma humano», aclara Enríquez.

En cuanto a posibles síntomas, aunque la especialista asegura que se dice que un 70 por ciento de la población ha tenido contacto con el virus, sí que existen algunos síntomas como son las verrugas genitales, un signo característico de los tipos de bajo riesgo, y alerta: El uso del preservativo es el método más eficaz contra este virus pero las verrugas se pueden contagiar por contacto de piel con piel. «Los de alto riesgo no tienen normalmente síntomas pero la citología sale alterada», explica, aunque en algunos casos el malestar en la zona íntima e incluso posibles lesiones en la laringe pueden dar la voz de alarma para acudir al ginecólogo. « No todas las mujeres que tienen lesiones en el cuello de útero tienen que operarse, a muchas se les hace un seguimiento al ver que es de bajo grado el virus, y en seis meses o un año la lesión se puede eliminar», resalta para detallar la importancia de conocer cuanto antes el tipo de VPH para saber cómo actuar. Y es que la consecuencia más negativa es el desarrollo del cáncer de cuello de útero, aunque también está asociado al de vulva, vagina y en los hombres, que también padecen este virus, al cáncer de pene y ano e incluso se estudia su relación en el desarrollo de otros tumores como el de laringe o faringe, ambos en hombres y mujeres.

A pesar de que España tiene una de las tasas más bajas de incidencia de cáncer de cuello de útero, con 7 casos por cada 100.000 habitantes, en 2007 se aprobó la vacuna contra el VPH y actualmente está incluida en el calendario a los 12 años. Se trata de una medida de prevención primaria. «Previene de infecciones vaginales ya que el virus está preparado para defenderse y evita que la lesión persista», explica. En el mercado hay tres tipos de vacunas; la última incluye nueve tipos de VPH, sin embargo, Andalucía tiene la tasa de vacunación más baja de España. «Recomendaría a las madres que llevaran a sus hijas a vacunar», sentencia, una vacuna que en la actualidad los especialistas recomiendan a mujeres de hasta 45 años, con independencia de que hayan tenido el virus, ya que previene de nuevas infecciones, y que en muchos países ya se ha implantado para el hombre.

En el denominado escalón de prevención secundaria se encuentran las revisiones ginecológicas para detectar una posible alteración y hacer las pruebas pertinentes. «Hay que usar preservativo y no fumar. La eliminación del virus se retrasa y persiste más en el tiempo», sentencia. Y es que, haber tenido el virus no hace a la persona exenta de volver a cogerlo o contagiarse de algún tipo que no se contemple en las vacunas.