La mitad de los conductores fallecidos el año pasado en las vías interurbanas de la provincia eran motoristas. A pesar de que el balance de 2018 alcanzó el mínimo histórico de víctimas mortales en Málaga con 19 muertos, el análisis pormenorizado de las estadísticas demuestra que la alta mortalidad en este tipo de vehículos sigue lastrando la siniestralidad en nuestras carreteras.

Según los datos de Tráfico a los que ha tenido acceso este periódico, del total de fallecidos nueve pilotaban una motocicleta, ocho iban al volante de turismos y uno en furgoneta, mientras que el restante era el ocupante de uno de los coches siniestrados. Sorprende el porcentaje de víctimas que en el momento del accidente no usaban los elementos de seguridad, en este caso del cinturón. Los datos señalan que un 21,05% de los fallecidos -cuatro personas- no lo llevaba puesto. De la misma forma, de los nueve heridos no hospitalizados en los accidentes mortales, el 22,22% (dos personas) tampoco hacían uso de los sistemas de retención. Uno de los aspectos más positivos del balance es que durante 2018 no se registraron fallecidos por atropello en las carreteras interurbanas malagueñas, un dato histórico que en los últimos ejercicios se había convertido en un lastre.

Por tipo de accidente, la colisión frontal entre vehículos sigue siendo la más trágica. El 26,32% de las víctimas (5) fallecieron en estas circunstancias y el 75% de los heridos que requirieron hospitalización fueron por accidentes de este tipo. Le siguen las colisiones contra obstáculos o elementos de la vía con salida de vehículo por el lado derecho de la misma (15,79% de los fallecidos) y las colisiones por alcance (10,53%). De la misma forma, la velocidad inadecuada sigue siendo la causa que más accidentes provoca. El balance detalla que este factor estuvo presente en el 50% de los siniestros mortales, mientras que la conducción distraída apareció en el 38,89% de los siniestros y las drogas en el 11,11%, por encima del alcohol (5,56%).

Fallecidos

El cinturón es el elemento de seguridad pasiva más eficaz de los vehículos y el que más vidas ha salvado. Según la Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía (ESRA) realizada en 38 países, el 80% de los españoles declara haber utilizado el cinturón como conductor durante el último año, un 81% reconoce haberlo utilizado como pasajero en el asiento delantero y el 70% como pasajero en los asientos traseros. Estos datos, según Tráfico, muestran que pese a que su uso es obligatorio queda un reducto de ocupantes reticentes a ponérselo, motivo por el que anunció la vigilancia sobre el uso de dicho dispositivo. Según la propia DGT, el uso adecuado del cinturón de seguridad podría evitar una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico.