La Junta de Andalucía sigue esperando los resultados definitivos de los análisis que determinen si la cianobacteria detectada en La Concepción está detrás de la muerte de varios perros que supuestamente bebieron agua en las orillas del embalse. La presencia de este alga del género Phormidium, que en concentraciones elevadas puede desprender al morir toxinas perjudiciales para la salud de los animales y en menor medida de las personas, ya ha provocado la suspensión del uso recreativo del pantano (prohíbe el baño, la navegación, el uso de flotadores, tablas y trajes de neopreno) y los responsables de la presa, lejos de escatimar, han propuesto realizar «a la mayor brevedad posible» al menos diez muestreos de agua de este embalse con una frecuencia de una semana para los análisis de identificación, recuento y ensayos de toxicidad. Si por un lado los ingenieros destacan que no han detectado mortandad piscícola ni acuática, que el pantano no sufre eutrofización (exceso de nutrientes) y que presenta unos parámetros físicos, turbidez y color «excelentes», el documento firmado el 21 de marzo por el jefe de Explotación propone los mismos controles y periodicidad en los embalses de Guadaiza, Guadalmina, Guadalmansa, Nuevo del Ángel, Viejo del Ángel, Lagomar, Las Medranas, La Leche y Cancelada, todos en la zona de influencia de La Concepción. En uno de ellos, el Nuevo del Ángel (Las Tortugas), el informe hace referencia a las sospechas de una vecina de que esas aguas pudiesen albergar la cianobacteria porque, según su testimonio, otros dos perros habrían muerto en esa zona.

Esta mujer de origen canadiense ha tenido un papel destacado en todo este proceso. Además de denunciar la muerte de hasta cinco mascotas, contactó con el profesor de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid que determinó antes que nadie la presencia de la cianobacteria. En el mismo capítulo de propuestas, el informe sugiere que se tomen muestras en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Marbella, que se informara a la Delegación de Salud de la situación y que se mantuvieran los precintos para impedir el acceso de animales a la margen izquierda del embalse que el Ayuntamiento de Istán ordenó el 16 de marzo.

La Junta de Andalucía, por su parte, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la población y garantizó la potabilidad del agua del pantano que se trata en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Marbella. Fuentes de esta administración explicaron que se han aplicado varias medidas, incluido el uso del carbón activo, «para eliminar cualquier elemento tóxico» que pudiera haber en el agua. Añadieron que hasta el momento sólo hay «un informe de un laboratorio privado» y que Salud está tomando muestras por su cuenta. Sin embargo, el informe previo a la resolución que prohíbe el uso recreativo del embalse aseguraba que las algas habían sido detectadas tanto en las muestras analizadas por el profesor de la UAM como por el Laboratorio de Control de la Calidad Ambiental (LCCA) de Palmones (Cádiz).

Aunque la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible asegura haber informado de los hechos a Acosol como empresa responsable del abastecimiento de agua, «con el fin de que adopten las medidas que consideren necesarias», fuentes de esta empresa se limitaron ayer a decir que no son «competentes» en este asunto a pesar de que a este periódico le consta que Acosol ha analizado al menos cuatro muestras, una de las cuales fue enviada a un laboratorio de Castellón para un estudio más completo.

El alcalde de Istán, municipio en el que se encuentra el embalse, también transmitió tranquilidad tras reunirse ayer con los responsables de la presa. Diego Marín explicó que estos no habían recibido todavía los resultados concluyentes e insistió en que la presencia del alga no implica que exista toxicidad. Marín añadió que otra posibilidad es que hubiera algún tipo de veneno en el entorno del embalse, aunque precisó los perros utilizados por la Guardia Civil durante varias tardes no han detectado nada en este sentido.