Los menores con altas capacidades también necesitan que les guíen, lo que conlleva dar con la mejor respuesta educativa. Un trabajo y un reto al que el programa de la Universidad de Málaga Mentorac lleva ya ocho años enfrentándose con éxito.

Mentorac, que consiste en mentorías universitarias para el alumnado de altas capacidades desde 1º de ESO hasta Bachillerato y Ciclos Formativos, no es un programa de orientación vocacional, no buscan alumnos para orientarlos sobre la universidad, sino que pretenden que descubran qué quieren ser en la vida. «Intentamos abrirles puertas en sus vidas, que cada uno elija lo que quiera ser, no queremos que la sociedad les imponga nada», resalta Milagros Fernández, investigadora principal de la línea de investigación en Altas Capacidades Intelectuales de la UMA y directora de Mentorac.

Este programa se gestó en 2011, cuando un grupo de psicólogos de la UMA apuesta por investigar sobre las necesidades específicas de estos alumnos. Para ello, elaboraron un estudio sobre mitos y estereotipos a partir del cual se detectaron ideas erróneas de la sociedad hacia el colectivo. El segundo paso fue el diseño de programas de mentorías que les pudieran beneficiar.

Los avances ya son patentes. «Ya no se habla de 'superdotados' con problemas sociales, con los estereotipos apartados de la sociedad, sino que es una ventaja que los jóvenes deben exprimir al máximo, y para ello estamos trabajando nosotros», apunta Fernández.

Este año, Mentorac llega a su octava edición con 113 alumnos inscritos y cuenta con tres nuevos mentores de un total de 28, donde se incluyen catedráticos, titulares de universidad y personal investigador. Este programa de mentorías es un camino a través del cual el mentor no solo explica el tema de cada taller, sino que está trabajando la persistencia, la disciplina y el estudio, a la vez que el propio mentor también aprende del alumno.

En la jornada de inauguración que se realiza en febrero, se presentan los talleres y los alumnos mantienen el primer contacto con los mentores. Además, desde el año pasado se celebra el Mentorac Day, que suele coincidir con la Semana Blanca para aprovechar que los alumnos realicen visitas guiadas por las facultades y así conocer a los mentores en su lugar habitual de trabajo.

Los talleres son gratuitos y los mentores no cobran nada, sino que lo hacen por amor a la enseñanza. Para asistir a los cursos tanto los padres como los alumnos deben dar el consentimiento de que quieren participar, ya que se trabaja desde el interés y las motivaciones de los chicos. Mentorac propone todo tipo de talleres, este año 28 en total, entre los que hay de temáticas como psicología, derecho, música, química e incluso sobre cómo hablar en público.

Uno de los últimos que se han realizado ha sido el titulado 'Chicas y altas capacidades intelectuales', programado después de que los mentores constataran que tienen más alumnos masculinos que femeninos. «Si una chica viene a estos talleres, la gente se piensa que es porque estudia mucho, no por méritos propios», argumenta María Borrego, alumna de 13 años.

La última fase son los retos, en la que los alumnos eligen al mentor que más les haya interesado y le plantean una investigación o estudio de un tema concreto. En esta parte es cuando los chicos mantienen una relación más cercana y de confianza con sus mentores, ya que durante todo el verano trabajan juntos en el proyecto. «La idea es que dos personas que no se conocen de nada pero tienen pasión por lo mismo se encuentren en la vida y construyan una relación en la que el mentor sea un ejemplo para el alumno, pero a su vez que el alumno le abra caminos al mentor», destaca Milagros Fernández.

Por otra parte, este mes se ha realizado una iniciativa organizada por el grupo de investigación, el I Simposium Internacional 'Universidad y Altas Capacidades Intelectuales', en la Facultad de Ciencias de la Educación. La jornada estuvo marcada por diferentes mesas y conferencias en las que varias universidades nacionales e internacionales explicaron cómo realizan su programa de mentorías. Ahora, el equipo está elaborando un informe para enviarlo a los decanos de las facultades de Ciencias de la Educación, donde se propone mejorar los planes de formación de los profesores, pedagogos, y decanos, para ver cómo los alumnos con altas capacidades están respondiendo a los estudios en el ámbito universitario.

Los alumnos con altas capacidades tienen necesidades específicas de apoyo educativo, poseen una forma de procesar la información, una creatividad y virtudes que hay que atender y darles alimento, y por ello está luchando la Asociación Mentorac. Más información en: mentorac@uma.es.