Empieza la campaña previa a la campaña. Las elecciones generales del próximo 28 de abril, una de las más determinantes que se recuerdan, por lo mucho que está en juego. Una colisión frontal entre dos modelos diferentes de entender el futuro de España, convenientemente representados por los grandes bloques ideológicos de izquierdas y de derechas. A las múltiples incógnitas aparejadas a esta cita, se le sumó ayer una de las pocas certezas que deja por el camino cada proceso electoral. El Boletín Oficial del Estado (BOE) hizo público el listado con los partidos y las candidaturas admitidas para concurrir al Congreso y al Senado. En total, once partidos plantarán batalla en la provincia para repartirse once diputados en la Cámara Baja. Después de Sevilla, Málaga es la circunscripción con más representación a nivel andaluz.

Volatilidad del voto y sorpresa electoral al margen, todos los sondeos e introspecciones demoscópicas realizados hasta el momento marcan para Málaga un escenario de pugna entre cinco partidos: PSOE, PP, Ciudadanos (Cs), Unidas Podemos y Vox. Aunque el voto parece concentrado en estas opciones, este hecho no ha impedido la aparición de otras alternativas, algunas convertidas ya en fieles y leales figurantes, y que no faltan a las elecciones generales. A los partidos anteriormente mencionados, hay que sumarle el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma), el Partido Comunista del Pueblo Andaluz (PCPA), el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), Andalucía por Sí (AxSí), Recortes Cero-Grupo Verde y Por un Mundo Más Justo (PUM+J). Los mismos partidos se presentan también al Senado, aunque la formación PUM+J no tiene aún ningún candidato asociado.

Málaga nunca ha sido una zona roma para las elecciones generales. La permanencia en el poder o el cambio siempre ha tenido su reflejo en el resultado electoral de la provincia. Pero las listas publicadas ayer en el BOE cuentan con una serie de valores añadidos que auguran una batalla muy concentrada en sí misma. A ello contribuyen, para empezar, algunos perfiles entre los cabeza de lista. Sobre todo, Pablo Montesinos en el PP y Alberto Garzón de Unidas Podemos. Ambos muy bregados en la política de plató, que ha tenido en los programas de La Sexta, en los que era frecuente verles, su máxima expresión. IU, neutralizada en las últimas generales por nombres de Podemos, recupera su sitio al colocar a su coordinador federal al frente de su candidatura en vez de poner a un gregario más. Con Ignacio López de número uno por el PSOE y Guillermo Díaz liderando a la candidatura de Ciudadanos también se evidencia otro aspecto común a los cuatro partidos que cuentan ahora mismo con representación en el Congreso: la renovación total y la neutralización, en parte, de los cabeza de lista que concurrieron a las últimas generales de 2016. En el PSOE, Miguel Ángel Heredia ha sido despachado con un boleto al Senado. Carolina España, en el PP, ha pasado al número dos. Igual que Irene Rivera en Cs, que ha perdido la notoriedad interna contra un Guillermo Díaz que ha hecho gala de cierta intrepidez en la ya finiquitada legislatura, y ha pasado por el Congreso con más aciertos que equivocaciones.

Vox, que hasta ahora ha pasado sin pena ni gloria por las elecciones generales, sí espera ahora una entrada fulgurante. La número uno por Málaga sí es una mujer y se trata de Patricia Rueda. Aunque no fue la primera opción del partido para encabezar la candidatura al Congreso, su presencia servirá, sin duda, para contrarrestar algunas de las consabidas críticas que recibe la formación de extrema derecha en relación al papel que le otorga a la mujer. Aunque estará por ver si no se trata de cosmética ojerosa. En general, las listas reflejan un claro predominio de hombres frente a mujeres, que aparecen relegadas al segundo puesto. Además de la ya mencionada Carolina España (PP), es el caso de Fuensanta Lima (PSOE), de Irene Rivera (Cs) y Eva García Sempere (Unidas Podemos).

De los partidos con posibilidad de obtener representación en el Senado, Ángeles Muñoz, la actual alcaldesa de Marbella, es la única mujer que lidera una candidatura. Hay mucho en juego. Espera una campaña sin exoneraciones.