En el último punto del pleno municipal del pasado jueves saltó la sorpresa: salía adelante una moción para hacer posible un bosque urbano en los 177.000 m2 de la antigua parcela de Repsol, en lugar del parque con rascacielos y centro comercial por el que aboga el equipo de gobierno.

La ausencia del portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, y la salida del partido naranja del ya exconcejal Gonzalo Sichar, que se despidió de los concejales al inicio del pleno, hizo que la balanza se inclinara hacia la oposición: la moción salió adelante por 15 votos a favor, frente a 14 en contra.

En concreto, el punto cuarto instaba al equipo de gobierno «a la redacción y ejecución de un proyecto para la creación de un Bosque Urbano mediterráneo de 177.000 m2 en los antiguos terrenos de Repsol, que sirva de pulmón verde para la ciudad».

También salieron adelante sendos puntos que instaban al equipo de gobierno «a tomar las medidas oportunas para aumentar y mejorar la ratio de zonas verdes urbanas útiles por habitante», así como la creación de un cinturón verde en Málaga, desde el Peñón del Cuervo hasta el Campamento Benítez y Arraijanal, que rodearía la ciudad. Este cinturón verde, precisa la moción, se llevaría a cabo con la colaboración del Gobierno central y la Junta de Andalucía.

El único punto que no salió adelante fue el tercero, que instaba a la Junta a ejecutar el parque marítimo-terrestre previsto en Arraijanal, que no contó con el apoyo del grupo socialista.

Francisco Javier López, uno de los fundadores de la plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga, declaró ayer a La Opinión que las acciones políticas «tienen que ir acordes con la protección del Medio Ambiente y a incrementar la dotación de zonas verdes». A este respecto, recordó los estragos que empieza a producir el cambio climático.

Por este motivo, mostró su convencimiento de que, «poco a poco, las formaciones políticas irán concienciándose hasta que podamos conseguir un bosque urbano».