El Grupo Ingenia, de origen malagueño y con sede central en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), ha superado por tercer año consecutivo su récord de facturación con 21,57 millones de euros a cierre de 2018, certificando la línea alcista de los últimos ejercicios. La compañía, con más de 320 trabajadores, espera llegar este año a casi 24 millones en ventas y contar con casi 390 empleados. El beneficio fue de 1,7 millones, frente a los 1,1 del año anterior.

Ingenia concentra el 30% de su negocio en el exterior, con filiales en Chile y Perú y con proyectos en varios países de Europa y Latinoamérica. El negocio de la ciberseguridad como servicio integral, el desarrollo de software a medida y los servicios elearning son los principales campos de actividad. El director general de Ingenia, José Blanco, recordó ayer en la presentación de los resultados que la pujanza de estas líneas y «una creciente presencia internacional son la claves de la solidez y sostenibilidad» de la empresa.

Bolivia, Argentina, Ecuador Suiza o Gran Bretaña son algunos de los mercados internacionales donde también está presente Ingenia, que además está trabajando con partners en Estados Unidos y que estudia posibles negocios en Francia y Alemania.

El grupo está inmerso en un plan estratégico que tiene como meta llegar a los 25 millones de facturación en 2020 y superar de largo los 400 empleados. En la sede de Málaga en el PTA, donde trabajan unas 280 personas, la intención es superar claramente los 300.

«Caminamos al ritmo adecuado para lograr los objetivos, que son exigentes tanto a nivel nacional como internacional», comentó Blanco, que agradeció la «fuerte implicación de la plantilla» en la consecución de estos logros. La base de clientes ha aumentado un 20% en el último año, con un destacado crecimiento en grandes cuentas, y supera ya cada ejercicio las 350 compañías, entre ellas siete del IBEX 35. Abertis Chile, Repsol, Arriaga y varios puertos españoles son algunas de las nuevas incorporaciones.

Entre sus clientes actuales destacan Unicaja Banco, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga, Emasa, Mayoral, Swiss Quote Bank, Iberdrola, Mapfre Cepsa, Fujitsu, Globalvia, FNMT, la Biblioteca Nacional, el CSIC, Seat, varias diputaciones y gobiernos regionales, el Senado de Chile y 30 universidades españolas y latinoamericanas.

El 70% de los clientes pertenecen al sector privado y el resto son instituciones públicas (cuando hace unos años el peso de lo público superaba el 50%). La firma ha diversificado para no depender de la Administración, algo que le pasó factura durante los años de la crisis por los recortes en inversión.

En cuanto a la empresa matriz, la facturación ha sido de 19,8 millones en 2018 (un 13% más que en el ejercicio anterior) y la previsión para 2019 es llegar a los 21 millones, con un EBITDA de más de 2,5 millones de euros.