Cuando la moda de los videojuegos irrumpió en los hogares españoles se hizo bastante famosa una reprimenda de padres a hijos que venía a decir algo así como: "¡Estás todo el día con la maquinita!". El miedo a que esta nueva distracción disuadiera a los jóvenes de dedicar tiempo a los estudios convirtió a las consolas en un ente negativo y contra el que había que poner pie en pared.

Hoy en día, la industria de los videojuegos es ya casi tan importante como la del cine o la música y es una salida profesional apta para un gran abanico de titulaciones: ingenierías, programación, bellas artes, letras, marketing... En este sentido, en Málaga han aparecido nuevos centros de formación específicos para creadores de videojuegos.

Formación en Málaga

Uno de ellos es La Fábrica del Videojuego, el tercer centro de formación impulsado en Málaga por la Escuela Superior de Videojuegos y Arte Digital (EVAD), y una de las cinco sedes de PlayStation Talents Games Camp en España junto a las de Barcelona, Valencia, Bilbao y Las Palmas de Gran Canarias.

Esta iniciativa de PlayStation tiene como objetivo impulsar la industria nacional y el talento joven apoyando el desarrollo de videojuegos en estudios locales donde se gestan grandes ideas pero no cuentan con la formación y la financiación necesaria.

"Hace años, la gente que lleva mucho en esto tenía que ser autodidacta, no había ningún sitio donde aprender. Sí había sitios en ingeniería, programación, pero no te enseñaban a programar para juegos, era sobre todo para bancos, industria...", afirma Iker Uncilla, responsable de PlayStation Talent en Málaga.

En la Fábrica del Videojuego, estos Games Camps se han convertido en un espacio de coworking para tres estudios independientes: Blackgate Studio, Moon Whale Studio y Loftgames Studio.

La tónica común entre los integrantes de estos tres equipos es que cuando iniciaron sus estudios no tenían en mente acabar siendo creadores de videojuegos. Es el caso de María Isabel Ramírez, de 25 años, titulada en estudios coreanos y actualmente artista 3D del Blackgate Studio para el diseño de la aventura gráfica "Delirium". "Desde que me metí en el mundo de los videojuegos parece que todo tiene un destino. Ahora estoy focalizada en algo que me gusta", asegura.

Jóvenes con experiencia

Álvaro Roldán tiene 23 años, es diseñador y técnico VFX para el estudio Moon Whale, impulsor del juego "Ion Driver". Antes trabajaba en una tienda donde, afirma, "solo arreglaba ordenadores". "Hace unos años lo veía como algo muy distante. Lo tenía como un sueño".

De la parte artística de "Ion Driver" se encarga Antonio Mérida, actual director 3D del proyecto y titulado en Ingeniería de Diseño Industrial. Su participación en el Games Camp fue, según cuenta, "casi de rebote", porque no se había planteado antes esta salida profesional. "Por fin he encontrado mi vocación. Yo me veo realmente trabajando en este mundo".

El tercer estudio, Loftgames, está desarrollando "Live or Die", un battle royale, según explica Ángel Ruiz, un programador de 28 años que emplea a su hermano como "tester" de los videojuegos que va desarrollando. "He estado en muchos trabajos y el mundo de los videojuegos es el que más me gusta. Ojalá esté siempre en este mundo".

Estos cuatro talentos del mundo de los videojuegos esperan poder entregar sus proyectos a PlayStation 4 a finales de año para la campaña de Navidad. Hasta entonces, quedan muchas jornadas largas de trabajo que no parecen preocuparles mucho. Tal y como dice María Isabel Ramírez: "Vivimos casi para esto".