La cafetería malagueña Puerta Oscura cuenta con su tradicional exposición de Cuaresma de imaginería religiosa, y que sirve de ventana a los jóvenes imagineros andaluces. Todo comenzó hace 21 años cuando dos enamorados del mundo cofrade decidieron hacer labores de mecenazgo con los artistas escultores de imaginería religiosa. Así hicieron protagonistas a las esculturas de diferentes autores durante 20 años consecutivos, y este año, una vez más, en este sitio emblemático de la ciudad.

Cada año con el comienzo de la Cuaresma, se inaugura una nueva exposición, con una duración de tres meses. Esta cita es de gran prestigio en el arte, la cultura y el mundo cofrade, tanto a nivel nacional como internacional. Así lo confirma uno de los socios cofrades encargados de la exposición Miguel Ángel Blanco: "Hoy por hoy la cita de imaginería de Puerta Oscura es conocida en toda España y fuera de España, es una experiencia única".

Para la exposición de imaginería se pide cada año que el escultor realice una pieza exclusiva, por lo que esa pieza es propiedad del autor aunque en algunos casos haya sido querida por alguna cofradía o particular y el autor la ha vendido. Anteriormente ha contado con escultores nacionales de gran consideración como Juan Manuel Carmona, Francisco Romero Zafra, Juan Vega o Darío Fernández entre otros.

Este año la exposición corre a cargo del joven escultor sevillano Álvaro Abrines, que con tan solo 35 años ha sabido plasmar una técnica realista evocando el arte de Mariano Benlliure. Este escultor ha aprendido de la mano del maestro Darío Fernández y ha seguido las clases de Juan Manuel Miñarro. Miguel Ángel Blanco nos cuenta el por qué de su deseo de que Álvaro Abrines participase este año: "Hace una apuesta novedosa basada en los clásicos del siglo XIX crea imágenes actuales, pero con el mismo dramatismo del barroco".

Sus obras sintetizan muy bien el barroco, no se queda solo en la exageración de este, sino que le da un gran protagonismo a la expresión con unas policromías muy cálidas y, sobre todo mucha fuerza emocional. "Esta pieza de la Piedad está siendo una obra muy impactante, a todo el mundo le está impresionando la propuesta iconográfica de Álvaro", nos cuenta Miguel Ángel sobre la pieza protagonista de Álvaro Abrines.

La figura principal de la exposición es 'Piedad'. La pieza está hecha con la iconografía de la Piedad pero con una aportación más vibrante, naturalista y dramática. Destaca el beso de la Virgen a Jesús, que transmite una gran fuerza. Miguel Ángel se muestra un enamorado de esta pieza: "Es un dramatismo tremendo, el Señor casi desnudo y ella despojada de los habituales mantos y tocados en la cabeza, muestra como en ese momento la Virgen no está para cuidar su imagen y Álvaro representa de que no hay nada más importante para representar la imagen que el drama, una imagen que si quitaramos las llagas de Cristo podría ser una escena de desesperación de una madre perdiendo a su hijo en la guerra".

En esta exposición se encuentran además más esculturas y bocetos realizados por Álvaro Abrines.