Un 20 aniversario como el que el pasado 1 de abril celebró La Opinión de Málaga en el Teatro Cervantes se merecía tener una presentación a la altura de la celebración. Las encargadas de dirigir esta velada conmemorativa fueron la periodista Silvia Tomás y la actriz malagueña Noemí Ruiz. Ambas cumplieron con creces las expectativas dirigiendo con profesionalidad, carisma y belleza la emotiva gala. El estilismo de estas dos grandes mujeres fue posible gracias al trabajo realizado por la agencia Tevisto mediante la estilista Raquel Alguacil. Ella trabajó como hilo conductor entre todos los profesionales de la imagen que intervinieron para que los looks de ambas presentadoras fueran posibles. La ocasión lo merecía y por ello Raquel se encargó de buscar un vestido de Alta Costura para que Silvia Tomás estuviera a la altura de la celebración y, por supuesto, creado por un diseñador malagueño. La búsqueda le hizo llegar a Javier Alcántara. No podía ser otro, ya que sus exquisitos diseños llenos de pequeños detalles que marcan su sello, lo hacían perfecto para coronar la presentación de la gala.

Para esta elección, ambos tuvieron en cuenta las características físicas de la periodista, su color de piel, pelo y además, el entorno y lugar de presentación de la gala, escenario y puesta en escena . «Para un evento de estas características no sólo hay que valorar cómo es la persona que vestirá el diseño, sino la localización, para que de esa forma destaque y vaya en concordancia con la celebración», explica Raquel.

Tras barajar varias opciones pertenecientes a la colección de Alcántara, finalmente el diseño elegido para que Silvia subiera al escenario fue un vestido inspirado en la biznaga malagueña, de color blanco, decorado con pedrería y flores. «La celebración invitaba a vestirla de forma majestuosa. Además este vestido es muy especial, ya que tiene la peculiaridad de estar inspirado en una biznaga, por lo que fue perfecto para reivindicar la simbología malagueña en un acto tan especial como el vigésimo aniversario del periódico. Ella brillaba con luz propia y llena de un significado que supo lucir a la perfección», destaca el diseñador Javier Alcántara.

El resto del estilismo de ambas conductoras fue en primer lugar, de la mano de la maquilladora profesional, Katy Navarro. Ella se encargó de que tanto Silvia como Noemí lucieran sobre el escenario con un maquillaje sutil que realzara sus facciones de forma fresca y natural a la vez que elegante donde los ojos fueron los protagonistas.

«Generalmente, las presentadoras necesitan un maquillaje luminoso y elegante, usando bases ligeras y sin recargar la cara de la persona. Además, a la hora de elegirlo, fue muy importante tener en cuenta la iluminación que se tuvo y la distancia a la que estaba el público, ya que este aspecto es clave para utilizar una técnica u otra», explica Navarro. En segundo lugar y no por ello menos importante, el estilista y peluquero Boris Soler fue el encargado de peinarlas. «En el caso de Silvia, su vestido pedía a gritos unas ondas años 20, glamurosas y elegantes pero un toque de mujer fatal. En cambio, el estilismo de Noemí se adecuaba más con un look juvenil y actual que decidí completarlo con otras ondas, pero en este caso más bajas y desenfadadas», explica Soler.