La fisonomía del Centro Histórico ha cambiado radicalmente desde principios de la pasada década con varios proyectos de peatonalización (Larios y Constitución, el entorno de la Catedral, el Soho y ya está en marcha la semipeatonalización de la Alameda). Esa fórmula que sirvió para regenerar una almendra central pequeña y para reducir drásticamente la presencia del coche privado es la que guiará la acción del Ayuntamiento a lo largo de la próxima década, porque el alcalde, Francisco de la Torre, se plantea ya retomar la idea de un ambicioso crecimiento del corazón de la ciudad con la preeminencia absoluta del peatón y abogando por la movilidad poco contaminante y pública.

Así, esa expansión sería al Este de Málaga, con idea de soterrar el tráfico en Cánovas del Castillo y unir peatonalmente el Paseo del Parque y la playa, peatonalizando también parte del paseo marítimo más allá del Hotel Miramar; al crecimiento hacia el Oeste y el Norte correspondería la iniciativa de semipeatonalizar Carretería y Álamos, actuación que podría ir unida a dejar en un solo sentido calle Victoria (frente a los dos actuales), así como también está en estudio la creación de grandes espacios peatonales sobre el Guadalmedina, implicando a la Trinidad y el Perchel; y también hacia el Sur, llegando hasta casi Vialia con un intercambiador modal de transportes, idea que se suma a la conexión de la Alameda con el Soho con la semipeatonalización en marcha.

Además de lo que ya está en marcha, el regidor cree que es necesario ir ampliando esos espacios: «El proyecto que hace unos años ya se planteó de soterrar Cánovas para unir peatonalmente el parque con la playa es un tema que debe cobrar ritmo y actualidad, exige toda una planificación y búsqueda de recursos». «Es un tema que ya planteamos en proyectos europeos en 2007, y ahora tenemos que estudiar el Centro hacia el Este, este es un ejemplo», declaró. En su opinión, la expansión hacia el Norte ya se está dando con la semipeatonalización del eje Carretería-Álamos, cuyas obras comenzarían en enero de 2020 y el deseo municipal es que acabase en 2021, pero no se comprometió a dar fechas concretas. Además, en ese crecimiento hacia el Norte hay que retomar la idea de calle Victoria, «habrá que estudiar en vez de dos sentidos de tráfico quizás uno, es un tema que hay que estudiar bien, consensuar vecinalmente».

Una tercera expansión consistiría en crecer hacia la margen derecha del Guadalmedina, la histórica cicatriz de la capital de la Costa del Sol, «hacia Vialia, estudiar el intercambiador de Vialia y buscar fórmulas que nos permitan potenciar todo ese espacio de la estación hacia la zona que he descrito, hasta la convergencia con Cánovas y el paseo marítimo». La peatonalización continuaría hasta más allá del Hotel Miramar, unido con el paseo marítimo. «El paseo marítimo puede quedar peatonalizado también hacia más allá del Miramar», dijo.

El otro gran proyecto para hacer más grande el Centro hacia la margen derecha del Guadalmedina es su plan especial.

«El Guadalmedina cobra actualidad con el compromiso de la Junta de apoyarnos; hasta ahora no hemos tenido una Junta que colaborara en este tema. Nos permitirá plantear ahí un espacio peatonal de unión de un lado y otro que debe tener los estudios previos, se está trabajando en un plan especial que desarrolla la Gerencia».

Ese enorme incremento de metros cuadrados (peatonales o semipeatonales, reduciendo el tráfico privado a la mínima expresión) necesitará de muchos años, una década, tal vez. «Se trata de ir expandiendo esa filosofía de un espacio habitable en el Centro hacia esas nuevas zonas y tratando de respetar mucho que los vecinos que viven se sientan a gusto».

¿Se trata de un Centro para treinta o cuarenta años? «No trato de poner años, demos respuestas a los temas que existen con la perspectiva que tenemos tratando de mirar lejos, una visión de futuro, que se apueste más por el transporte público que el privado, un transporte medioambientalmente sostenible, en el que esté muy presente el vehículo eléctrico. Con esas coordenadas tenemos que ir trabajando», contestó.

Todo ello «sin perjuicio de que otras zonas de la ciudad, de los distritos, puedan plantear acciones de mejora con más espacio para el peatón, las aceras más amplias; siempre está el problema de los coches, aparcar, y eso lo debemos ir resolviendo y debe hacerse con la demanda ciudadana, hay que procurar que haya un sentimiento siempre de petición».

En relación a las obras de la Alameda, que, por cierto, deben quedar seguras y practicables para la inminente Semana Santa, el regidor explicó que la parte central y sur del bulevar estará acabada en pocas semanas, «al filo de la Semana Santa, antes o después, muchas cosas antes y otras cosas inmediatamente después». La acera norte está vinculada al desarrollo de las obras del metro, «hay más tiempo hasta final de año o principios del que viene, soy prudente por si puede ser antes». La Junta mantiene su compromiso de que en la primavera de 2020 ya puedan transitar los coches por la Alameda y, a finales del próximo ejercicio, el metro llegue a la estación final, en el entorno de Atarazanas. Ese fue, al menos, el compromiso del nuevo presidente del Ejecutivo andaluz, Juan Manuel Moreno, que criticó mucho durante su etapa como líder de la oposición andaluza el retraso de años que acumula la obra del suburbano en el entorno del Guadalmedina.

Fechas para Carretería

En relación al proyecto de semipeatonalización del eje Álamos-Carretería, el regidor señala que aún «queda tiempo». «No me atrevo a poner fechas exactas, habrá que hacerlo por fases, que no todo quede afectado, porque además hay que hacer cambios en los servicios subterráneos; estamos en el 19, no lo sé si el 21 podrá ser, esperemos que lo fuera». En esta zona semipeatonalizada habrá sólo tránsito para «residentes, carga y descarga y transporte público, va a quedar un espacio más cómodo, habitable, es similar a lo que se pretende hacer en la Alameda».

También van a ser peatonalizadas o semipeatonalizadas algunas calles del Soho, como Trinidad Grund, y está previsto actuar en la Plaza de los Filipenses, en el entorno de Mena.