Nunca coge el autobús para ir al trabajo, pero este viernes fue distinto. Optó por subirse a un autobús de la línea 1 de la EMT y salvo la vida de su conductor. Francisco Luis Carrasco, pediatra en el Centro de Salud de San Andrés-El Torcal, que lleva ejerciendo como pediatra durante más de 30 años, se ha convertido en uno de los héroes inesperados de un aparatoso accidente en Héroe de Sostoa, cuando un autobús arrolló a más de media docena de automóviles, que se saldó sin heridos graves y en el que el conductor sufrió un infarto que estuvo a punto de costarle la vida. La médico de familia Clara Sánchez, del Centro de Salud de Huelin, que también viajaba en ese mismo autobús, fue la otra heroina, ya que el trabajo en equipo de estos dos facultativos mantuvieron con vida al conductor infartado.

José Antonio Bravo, de 49 años, conducía con normalidad su autobús por Héroe de Sostoa cuando un infarto fulminante le hizo perder el conocimiento. Iba al volante del autobús, que empezó a acelerar cuando Francisco se quedó sin sentido y con el pie apretando el acelerador. Sin dirección en el volante, el vehículo se dirigió a los coches que había aparcados en la acera en dirección a Torremolinos, embistiéndolos con violencia y arrastrándolos.

El pediatra Francisco Luis Carrasco estaba tranquilamente sentado en el autobús, junto a otros doce viajeros, cuando ocurrió todo. Estaba haciendo un sudoku en el móvil cuando notó las extrañas maniobras del autobús y su posterior choque: "De inicio parecía un golpe normal, pero cuando el autobús ha seguido andando y arrastrando coches nos hemos dado cuenta que el conductor estaba inmóvil", relata este pediatra.

Junto con Clara Sánchez lograron llegar al conductor, levantarle el pie del acelerador y sacarlo del asiento. Con el autobús parado y el resto de viajeros en buen estado, la prioridad era atender al conductor. Este pediatra y la médico de familia de Huelin que viajaba en el autobús comenzaron la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) durante diez minutos, que fue lo que tardó en llegar la ambulancia del 061. Fueron diez minutos de tensión, pero suficientes para estabilizar al conductor hasta la llegada de la ambulancia, que lo trasladó al Hospital Regional, donde está ingresado en la UCI, en estado crítico.

La presencia de Clara y de Francisco Luis fue clave para mantener con vida al conductor. Un hecho en el que la suerte ha sido clave, ya que el pediatra afirma que nunca coge el autobús, pero este viernes decidió cambiar de hábito y se encontró en el autobús correcto a la hora justa. "Estoy alegre de haber estado ahí para ayudar", afirma.