"El PSOE y Pedro Sánchez se apoyan en partidos independentistas y partidos que son amigos de ETA". Así de taxativo se ha mostrado esta mañana el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en su intervención ante los medios de comunicación, después de que asistiera al traslado de Jesús Cautivo, una de las citas más intensas dentro de los prolegómenos de la Semana Santa malagueña. Después de afirmar que se trata de un "día muy especial", en el que se le da rienda suelta a "las tradiciones y a la fe", no ha dejado pasar la ocasión para lanzar mensajes en clave electoral. No habrá concesiones y las invectivas a Sánchez y el tono empleado será duro. Moreno se ha enganchado a la estrategia del partido para achacar a los socialistas connivencia con los nacionalistas y tampoco ha dudado en meter a ETA en la campaña electoral, estableciendo un vínculo directo entre Sánchez y el líder abertzale Arnaldo Otegui.

"Yo quiero pedir hoy una reflexión sobre la dignidad de los españoles. Me siento profundamente orgulloso de ser malagueño y andaluz, pero, al mismo tiempo, profundamente español. Y como español no me gusta, no puedo consentir, que perdamos la dignidad de todo un país por los motivos personales de Sánchez", ha expuesto el presidente de la Junta. Los populares se agarran a los decretos sociales que aprobó el PSOE en el Congreso, recibiendo el apoyo de ERC, Bildu y PdeCAT, entre otros. "No puede ser, no es digno para España, que Sánchez se apoye en partidos independentistas y partidos que son amigos de ETA", ha sentenciado Moreno, que también ha señalado que Otegui "brindaba con champán cada vez que había un atentado con víctimas mortales".

Uno de los propósitos del PP durante esta campaña es, a todas luces, mostrar a Sánchez como alguien que está en manos de unos socios que para el entender de los populares son peligrosos para España. El valor seguro, como dicta el encabezado que acompaña los carteles electorales del PP, sería Pablo Casado. Una idea en la que se insistirá a lo largo de las próximas dos semanas.

Y eso no se aplicaría solo a la cuestión territorial. La otra pata de la estrategia que meten los populares se refiere al apartado económico. Aquí también queda patente la intención de retratar a Sánchez como factor de riesgo para el crecimiento. Moreno ha hablado, en este sentido, de "argumento de bolsillo" para expresar su segundo argumento en contra de Sánchez, al que ve como un propulsor de políticas que llevan a la desaceleración económica con velocidad de crucero. "Ya se están generando incertidumbres en España", ha advertido, además, de que con una hipotética permanencia de Sánchez en La Moncloa "se va a crear menos empleo en Málaga".

Frente a la supuesta economía de bolsillo roto del PSOE, Moreno ha resaltado el buen hacer de Casado y de los expertos de los que se ha rodeado, con Daniel Lacalle como estandarte. "Saben las decisiones que hay que tomar para que la economía siga funcionando, saben que reformas aplicas y tienen horizonte", ha aseverado. Otra de la consigna ha sido la de presentar al PP como el "garante de las clases medias" y apelar a que el voto de derechas se concentre en su formación. "Es el único partido que tiene cuadros y capacidad", ha aseverado.

En su intervención, Moreno también ha estado acompañado por el cabeza de lista de la candidatura popular al Congreso por Málaga, Pablo Montesinos, que ha dado muestra de saber imbricar los puntos que marcan el argumentario popular. Después de poner al Gobierno andaluz como ejemplo a seguir, ha señalado que "Pablo Casado, como presidente, va a traer más unidad a España y va a defender con uñas y dientes la soberanía nacional".