Francisco Texeira lleva casi 40 años en la enseñanza y prácticamente toda su vida en el Colegio Nuestra Señora de la Victoria Hermanos Maristas de Málaga, primero como alumno y luego como profesor de inglés en Secundaria y Bachillerato. Su inquietud por no dejar de aprender le llevó a introducirse en el mundo de la tecnología y cree que si hubiese tenido la oportunidad hoy sería ingeniero informático. Ha sido uno de los tres únicos docentes españoles seleccionados por Microsoft para participar en su evento mundial sobre innovación educativa en París. Un privilegio y una oportunidad para compartir su experiencia y volver cargado de nuevas ideas para aplicar con sus alumnos.

Acaba de regresar del Education Exchange de Microsoft. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Muy intensa, enriquecedora. De esas que te cambian la vida. Primero por conocer a tantas personas, el contacto con educadores de 90 países. También por la oportunidad de intercambiar experiencias docentes, aprender, volver a ponerte en el papel del alumno. Es muy interesante porque estás viendo cómo personas de otros países afrontan los mismos problemas que tú. También hubo charlas de personalidades de todo tipo, desde la ministra de Educación francesa, hasta una niña de 15 años que habló de física cuántica.

¿Qué le ha llamado más la atención?

Conocimos experiencias docentes de personas que han destacado y que Microsoft seleccionó. Todo el día estaba lleno de actividades de todo tipo formativas, como el Learning Marketplace, donde cada profesor experto innovador de Microsoft exponía una actividad docente realizada con éxito. O los Focus Groups, en los que tuvimos la ocasión de estar con los máximos responsables de aplicaciones de Microsoft de las que aquí utilizamos mucho como Microsoft Teams o OneNote.

¿En qué consiste el programa que el colegio Maristas de Málaga desarrolla con Microsoft?

Comenzamos usando Office 365 y yo me volqué en formarme con las herramientas de Microsoft, por lo que la empresa te da un título, MIE, Microsoft Innovative Educator, educador innovador. De los 70 profesores del colegio, 60 somos ya MIE y si sigues formándote con más profundidad eres MIE expert. Luego algunos somos también Certified Educator. Todo esto se ha hecho para lograr que nuestro colegio sea certificado como Showcase School, lo que se consiguió en octubre y estamos muy orgullosos porque significa que una empresa de esta importancia te dice que eres un modelo, una referencia para otras escuelas. Dentro de esa formación, yo también soy trainer, formador de formadores. Me dedico a la formación de profesores no sólo aquí en Maristas Málaga, sino a nivel de Maristas Mediterránea y en otros colegios.

¿Cuáles son esas herramientas digitales que están usando?

Microsoft Teams, que es una aplicación que permite manejar las comunicaciones en varios niveles: profesor-profesor, alumno-alumno y profesor-alumno. Nos ha cambiado la vida en el centro; se ha convertido en la herramienta de la comunicación para todo. Además, al utilizar esta herramienta estamos en un entorno seguro porque tiene un control parental, y lo más importante para mí, es totalmente legal de acuerdo a la legislación europea de protección de datos. Teams incluye chats, mensajería instantánea, blocs de notas, pero también llamadas de voz, de videoconferencia. Qué ventajas tiene: que todos tenemos una nube segura en la que compartir documentación y que se pueden formar grupos de trabajo. Esta herramienta también se ha convertido en un sistema de control del aprendizaje, para evaluar a los alumnos. Todas las actividades, todos los controles, se hacen online.

¿Han llegado al «papel cero»?

También utilizamos libretas manuales, mis alumnos escriben en clase y miro la ortografía y la caligrafía, por supuesto. Todo hay que hacerlo. Esto es un complemento. Estamos en un mundo digital y lo que pretendemos es preparar a los alumnos.

¿Cómo llega un profesor de inglés, de letras, y no nativo digital a este nivel de formación?

Con mucha dificultad. Yo soy filólogo pero tengo una mentalidad científica. Estudié letras porque en Málaga, cuando yo empecé, solo había Medicina, Peritos y Filosofía y Letras. Además, aunque llevo ya 38 años de profesor en el colegio y me faltan dos para jubilarme soy un poco espíritu aventurero. Me ha gustado siempre aprender y descubrir cosas. Cuando hace muchos años salieron los primeros ordenadores, me busqué un Spectrum y aprendí a programar aunque no tengo titulación. Formé a otros compañeros y hoy en día somos un equipo.

¿Qué peso cree que debe tener la tecnología en el currículum educativo?

El mismo peso que tenga en la sociedad. En los centros educativos tenemos que preparar a las personas para su futuro. Si vivimos en una sociedad donde la comunicación es el vehículo y los datos son la moneda de cambio, tenemos que preparar a los alumnos para eso y educarles en el uso de las herramientas. Tenemos que enseñarles a usar el móvil correctamente, no prohibir su uso.

Para eso tiene que haber móviles en el aula.

Nosotros los tenemos en Secundaria. Pero los móviles sólo se usan en clase para trabajar y tenemos que enseñarles a usarlos responsablemente y a partir de cierta edad. Si tú les educas, el móvil es una herramienta de trabajo. Yo no haría bien mi trabajo como educador si no les enseñara a usarlo.

¿Qué retos cree que tiene la enseñanza hoy?

Yo creo que tiene los mismos retos de siempre. Educar, etimológicamente, es conducir a los demás. El reto de la enseñanza es seguir guiando a las personas pero hacia dónde, hacia el futuro que tengan por delante y siendo responsable de que lo que yo haga está condicionando el futuro de la sociedad. Se trata de enseñar a los demás todo lo que sé, transmitir mi experiencia. La forma en que se hace es lo que supone el reto. El educador puede guiar a sus alumnos hacia lugares sórdidos o lugares felices, hacia la felicidad. El reto de la educación es no equivocarnos, querer mucho a los niños. Eso es algo muy propio de los Maristas. San Marcelino Champagnat decía que para educar a un niño hay que amarlo. Además, no se puede educar solo, yo necesito a los demás.