La madrugada del Lunes Santo se vio empañada por un apuñalamiento ocurrido en el Puente de Armiñán, sobre el cauce del río Guadalmedina, en el que resultaron heridos dos jóvenes de 19 años y que motivó un importante revuelo en la zona, en la que había mucha gente de regreso de ver el paso de las procesiones por el Centro.

En el transcurso de una discusión, un joven hirió con un arma blanca a dos de menor edad asestando una puñalada en el lado izquierdo del pecho a una de las víctimas, y otras dos en el costado derecho a la otra, dándose a la fuga de inmediato y siendo alcanzado por un agente de la Policía Local en la avenida Arroyo de los Ángeles.

Acto seguido se personó en el lugar un testigo de los hechos que se identificó como Guardia Civil, corroborándole a la Policía Local que el individuo que había interceptado acababa de apuñalar a dos jóvenes.

Mientras esto ocurría, el policía local que se encontraba auxiliando a uno de los jóvenes apuñalados mientras llegaba el servicio de urgencias, previamente avisado, fue alertado por varios testigos de que otro de los implicados en la reyerta estaba huyendo por el cauce del río Guadalmedina, pudiendo observar el agente a un varón vestido de negro que corría pegado a la pared que daba al Parque de Bomberos, en dirección norte, aportando las características del mismo al resto de unidades de servicio.

Varios policías locales, siguiendo las indicaciones de su compañero y de los ciudadanos que les señalaban la dirección de huida, entraron en el cauce y emprendieron una persecución del individuo, al que, a pesar de tenerlo a unos 200 metros de distancia, no perdieron de vista en ningún momento, observando cómo se caía en varias ocasiones debido a la dificultad del terreno y a la altura de la maleza, que en algunos puntos llegaba al metro de longitud.

El individuo, que en todo momento hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes de que detuviese su marcha, continuó con su intento de fuga, escondiéndose entre los arbustos cuando se percató de que uno de ellos le iba a dar alcance, siendo localizado oculto por un policía local perteneciente al Subgrupo de la Unidad Canina del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local de Málaga, a unos 800 metros del lugar en el que se inició la persecución.

Pese a las indicaciones del agente de que pusiera las manos a la vista, el individuo hizo una vez más caso omiso, levantándose sorpresivamente para reiniciar la huida, debiendo ser derribado por el policía local contra el suelo, resistiéndose en todo momento a la acción policial y siendo finalmente reducido con el apoyo de otros de compañeros de la Policía Local de Málaga.

Una ambulancia trasladó al herido que aún se encontraba en el lugar de los hechos a un centro hospitalario para que fuese asistido de la herida inciso contusa que presentaba en el lado izquierdo del pecho. Asimismo, los policías locales pudieron saber que el otro joven herido había cogido un taxi para desplazarse a un centro hospitalario cercano, donde, tras comprobar que presentaba dos heridas inciso contusas en el costado derecho, una de ellas de gravedad, procedieron a trasladarlo en ambulancia del 061 a otro hospital, donde quedó ingresado en la unidad de críticos.