­Las empresas malagueñas siguen apostando muy fuerte por la exportación, un elemento que les permitió en su momento amortiguar en parte el desplome de la demanda nacional que generó la crisis a partir de 2008. Muchas firmas ya manejaban en aquel momento cifras significativas en el mercado internacional pero la recesión hizo que otras que hasta entonces basaban prácticamente todo su negocio en el mercado interno se vieran también en la necesidad imperiosa de internacionalizar su actividad. El resultado es que el volumen de compañías malagueñas que exporta de forma regular ha aumentado un 69,6% entre los años 2010 y 2018, pasando en este tiempo de 550 a 933 y marcando un nuevo tope histórico.

La evolución aparece recogida en la estadística de empresas exportadoras de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda) de la Junta de Andalucía, que considera exportadoras regulares a todas aquellas firmas que realizan ventas al extranjero durante cuatro ejercicios consecutivos.

La cifra total de firmas que exportan en Málaga ha aumentado también de forma muy importante en estos últimos años (un 60% desde el año 2010) y se sitúa en 4.624 empresas.

Todas estas subidas están en consonancia con el crecimiento de las de ventas al extranjero, aunque en este 2018 se rompiera la racha de récords encadenados que la provincia venía acumulando en los últimos ejercicios. Así, el pasado año se cerró con 2.055,7 millones de euros, un 6,5% por debajo de los 2.200 millones que se firmaron en 2017 que quedan como el mejor registro de siempre, según los datos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Aún así, el volumen de 2018 es más del doble del registrado en 2007 (980 millones).

El grueso de las exportaciones sigue correspondiendo al sector agroalimentario, donde se concentran productos tan pujantes como el aceite de oliva, los cultivos subtropicales (sobre todo el mango y el aguacate) o los productos cárnicos. Este sector aglutina, con 1.008,9 millones, el 49% del comercio exterior en la provincia, pero baja sus cifras un 11% sobre 2017, debido sobre todo al descenso del precio en origen de los productos en el mercado. Le sigue el segmento de las manufacturas de consumo (que incluyen segmentos como el textil) con 249 millones y una bajada del 20,4% .

Málaga es la segunda provincia de Andalucía en número de firmas exportadoras, que aumentaron un 1,7% en el último año, mientras que es tercera en firmas exportadoras regulares (subieron un 1,5%), lo que da muestras de su constancia y pujanza.

Empresas más exportadoras

La lista de empresas que más exportan de Málaga (en este caso las cifras corresponden a 2017, recopiladas en el último ranking elaborado por Andalucía Económica en colaboración con Extenda) está encabezada, al igual que en el ejercicio anterior, por firmas como el grupo agroalimentario Dcoop (541,2 millones de euros), la textil Mayoral (262,5), la tecnológica Fujitsu (162,2) o las cárnicas Famadesa (105) y Prolongo (80). Le siguen las firmas de subtropicales Frutas Montosa (65) y Trops (63,4), la cementera Financiera y Minera (43) o las compañías tecnológicas Epcos (39), Grupo Premo (23,3) y Dekra (21,4) y Mades (19), situadas las cuatro en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA).

También aparecen con volúmenes muy destacados otras firmas de subtropicales como Tropical Millenium (19,4) y Reyes Gutiérrez (17,1), la de ahumados Ubago (18,5), la agencia de viajes Cititravel (16,3), la empresa de aceitunas Hutesa (16,3) y la corporación tecnológica Altra (14,4).

Sin embargo, el incremento de empresas malagueñas que exportan de forma regular no esconde que, en esta materia, queda mucho por hacer en la provincia, tal y como vienen insistiendo desde hace años la Cámara de Comercio de Málaga y la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). De hecho, las 933 compañías que exportan regularmente acaparan el 91% del volumen total de ventas al exterior pese a representar tan solo el 20,2% de las firmas, lo que refleja que el resto sólo hizo ventas externas de escasa cuantía.

En Málaga hay actualmente una 58.200 empresas de alta en la Seguridad Social, lo que muestra que el número de negocios que exportan sigue siendo bastante exiguo en comparación con el total. La explicación puede estar, en buena medida, en el reducido tamaño de las empresas malagueñas. El 95% del tejido productivo de la provincia está compuesto por micropymes de menos de diez de trabajadores, un hecho que dificulta su acceso a los mercados. Uno de los retos de Málaga es aumentar la dimensión media de sus compañías.