La consultora Deloitte ha presentado este miércoles un informe en el que constata que la edad media de los hoteles andaluces desde su apertura o su última reforma es de 8,6 años, en la línea de la media española, tras decrecer un 8% durante el pasado año 2018. No obstante, Deloitte considera que esa edad media es todavía demasiado elevada y muestra una plaza hotelera "aún obsoleta, considerando que un hotel se encuentra en estado saludable entre los 0-5 años desde su apertura o última reforma".

En este sentido, la firma estima que se necesita una "fuerte inversión" en gastos de reforma o "reposicionamiento facial" para mejorar el estado actual del hotel y con ello reducir la mencionada edad media. A su juicio, y según el estado actual de la plaza hotelera en Andalucía, sería necesaria una inversión aproximada de 504 millones de euros para el periodo 2018-23, que representa un 20% del total necesario para la plaza hotelera española (2.500 millones de euros).

Por otro lado, en relación a la oferta futura, Deloitte calcula que, estando proyectados hasta el año 2023 un total de 65 nuevos hoteles en Andalucía con cerca de 8.226 habitaciones (33% nuevas aperturas y 67% de reformas), se necesitarán cerca de 1.415 millones de euros de gasto (2019-23), de los cuales 1.022 millones de euros se destinarán a la construcción de nuevos hoteles y 393 millones a reformas de la oferta existente.

Deloitte recuerda que, en el caso de la provincia de Málaga, hay previstas nuevas aperturas y próximas reformas, ya que los inversores hoteleros "seguirán apostando por nuevas vías para rentabilizar el potencial turístico" de la zona. En este punto citó los casos del W Marbella (5 estrellas Gran Lujo), que abrirá en 2021 con 240 habitaciones y una inversión de 300 millones de euro; el Vincci Larios Málaga (4 estrellas con 46 habotaciones) en el edificio histórico de la calle Larios que acogió los Almacenes Rodrigo; el Ikos Costa del Sol (5 estrellas con 400 habitaciones, en Estepona), donde se invertirán 150 millones para reformar integralmente el hotel Costa del Sol Princes; y el Hotel Don Miguel (5 estrellas con 486 habitaciones en Marbella), con una inversión de rehabilitación de cerca de 70 millones para posicionarlo como un resort de alta gama familiar.

El informe de Deloitte, que presentó en colaboración con la Cátedra Peñarroya de Turismo Costa del Sol de San Telmo Business School, detalla que Andalucía sigue manteniendo su estatus como destino turístico atractivo tanto para turistas nacionales como extranjeros. En 2018 recibió 18,8 millones de turistas, un 2,4% más que el año anterior y con un 16% de incremento frente a los niveles pre-crisis de 2007, cuando llegaban 16,1 de visitantes anuales.

El socio de Deloitte José Antonio Farfán explica que Málaga y la Costa del Sol "demuestran una robustez extraordinaria a nivel de atracción de turistas e inversión hotelera". Sin embargo, advirtió de "se empiezan a notar signos de desaceleración en relación con la tendencia reciente de los últimos años". "El incremento en el gasto medio por turista será un aspecto clave para mantener los volúmenes de negocio actuales, y para ello va a ser necesario seguir invirtiendo en mejoras, tanto de la infraestructura hotelera como en digitalización y mejora de servicios", añade.

La comunidad destaca entre otras regiones de España por la relevancia que tiene el turismo nacional, que representa el 53% del total frente a un 47% de extranjeros. En términos de pernoctaciones, la región registro un total de 53,2 millones, de nuevo una cifra récord para el turismo andaluz

La provincia de Málaga concentró el 29% del turismo total de la comunidad, motivado principalmente por la representatividad de la Costa del Sol como principal destino vacacional en Andalucía, y el posicionamiento de la ciudad de Málaga como uno de los destinos urbanos más atractivos de España, tanto para el turismo de ocio como para el de negocios.

"Los principales indicadores hoteleros muestran que la Costa del Sol continúa incrementando de una manera sostenida sus tarifas, dada su oferta de calidad y el esfuerzo en el reposicionamiento de la oferta en los últimos años", comentaó Deloitte. La provincia cuenta con 465 hotelesy 40.969 habitaciones, manteniendo unas cifras en crecimiento interanual (3,3% y 1,1% respectivamente) y una estancia media en 3,76 días por turista. El año pasado, no osbtante, la ocupación media se vio "penalizada" por las fluctuaciones del turismo internacional, el Mundial de Rusia y la recuperación de los destinos alternativos. Aun así, 4,8 millones de visitantes escogieron la Costa del Sol como destino el año pasado, un 1,6% más, sumando un total de 18,6 millones de pernoctaciones.

Por su parte, Málaga capital "se consolida como un destino urbano de primera calidad, acercándose a grandes capitales como Madrid, Barcelona o Valencia". Su plaza hotelera, formada por 116 hoteles y 5.649 camas, acogió en 2018 a 1,4 millones de visitantes, un 5,4% más que en 2017. La estancia media se encuentra en 1,92 días por turista, mientras que el total de pernoctaciones alcanzó los 2,6 millones.

"A diferencia de los destinos vacacionales, el motor de crecimiento de los destinos urbanos está siendo el turismo internacional, que en este caso viene atraído por la amplia oferta cultural y de ocio de la capital malagueña, así como por la buena conectividad aérea de su aeropuerto internacional", añade la consultora.