Viva España fue quizás la frase más repetida del mitin que protagonizó Vox ayer en el Polideportivo de Ciudad Jardín. Un espacio que no llenaron, pero casi. Unas 3.000 personas según la organización, aunque las gradas más altas quedaron prácticamente vacías. «Bienvenidos a la reconquista desde Málaga», gritó Javier Ortega Smith, el secretario general del partido, que haciendo referencia al lugar en el que se encontraban comparó las elecciones generales del 28 de abril con la final de la liga nacional. El «a por ellos» de la parroquia lo animó a continuar. «Van a perder España los que manipulan, los que viven en los chiringuitos políticos, los corruptos e incluso los que están fuera de nuestras fronteras: las mafias que trafican con personas. Gana España y pierden sus enemigos».

Vox confía en la «victoria» del domingo, pues esa «recuperación» de España de la que hablaron «ya ha empezado por Andalucía». También el presidente de Vox en Málaga, José Enrique Lara, aseguró que el 28A «nos vamos a llevar una sorpresa muy agradable y otros muy desagradable; no van a saber por dónde les llegan los tiros que les vamos a ir dando», resumió.

Con los discursos se fue calmando el ambiente -aunque no decayendo- que se crispó al inicio del acto con la apertura de Lara. «Gestora ya» rezaba una pancarta que no sentó muy bien al resto de asistentes.

La cabeza de lista por Málaga, Patricia Rueda, subrayó que defienden «la vida, la familia, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado» y que están «hartos de mentiras, impuestos, lobbies de ideologías totalitarias» e incluso del «adoctrinamiento» que según su discurso se vive en las aulas malagueñas. La número uno de Vox por Málaga criticó el llamado voto útil, al señalar que «útil es votar en lo que uno cree sin complejos ni miedos».

El exfuncionario de prisiones que estuvo secuestrado por ETA durante 532 días, José Antonio Ortega Lara, fue presentado por el presidente del partido en Málaga como «un auténtico héroe» que tras su calvario «ahora tiene que aguantar que por culpa de unos pésimos gobernantes esos asesinos estén en nuestras instituciones».

Un aclamadísimo Ortega Lara defendió «los símbolos que representan a todos los españoles» y resaltó que han sacado a la palestra temas tabú como la ley de Memoria Histórica o la de Violencia de Género. Además, se felicitó por haber conseguido que la gente se pueda sentir orgullosa de «su bandera, su himno, la corona, la historia incomparable de España», que se había perdido en «aras del multiculturalismo».

Por su parte, el número tres de la candidatura por Madrid, Iván Espinosa de los Monteros, pidió dar un «zasca a Rufián, La Sexta, Puigdemont, Otegui, Bildu y todos los enemigos de España» en las urnas; y animó a una revolución «contra todos los progres que quieren lo peor para España». Así, insistió en que son el «movimiento de la gente normal; porque lo normal es amar a tu familia y no que a los 85 te quieran desconectar, creer en las fronteras y guardarlas, respetar a las fuerzas armadas y enseñar la historia gloriosa de nuestro país». «Los raros son ellos, los progres».