IU-MpG dirigió una petición de comparecencia a la edil de Vía Pública, Elisa Pérez de Siles, sobre la posibilidad de que, una vez concluida la remodelación de la Alameda Principal, las nuevas aceras se llenen de terrazas hosteleras. La concejala ya ha contestado asegurando que, si se abre una demanda de ocupación de la vía, y siempre en base a criterios basados en el interés general, «se podría regular un plan de aprovechamiento especial que, a la vista del desarrollo comercial de la zona, estableciera restricciones de uso».

Así, señala Pérez de Siles en un escrito que hoy sólo existen dos autorizaciones para locales de hostelería en el lateral sur y otras dos en el norte. «No obstante, una vez que se produzca la remodelación de las calles, el Área, mediante un plan de aprovechamiento, como bien ya se indicó en los informes de resolución de alegaciones de la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública, estudiará la situación de los locales existentes y determinará tanto para estos locales como para los que pudieran existir, las normas que regularán las ocupaciones de la vía pública que determinarán mediante dicho plan las restricciones de ocupación que sean necesarias, garantizando el uso de la calle por todos los ciudadanos, determinando los espacios que puedan concederse así como la posibilidad de instalación de delimitadores de la ocupación, junto con las medidas de uniformidad estética en el mobiliario que sean necesarias», explica.

IU-MpG pidió a Pérez de Siles que informase «sobre cómo se van a ordenar las terrazas en la Alameda y las medidas para evitar el exceso de ocupación en la vía pública para que el espacio no sea ocupado por las terrazas, sin apenas dejar espacio libre para los peatones y su uso público preferente». Recalca IU-MpG que ya hay terrazas funcionando sin haber concluido las obras.

Pérez de Siles concluye que, si «las calles fueran consideradas como zonas afectadas por lo que el decreto 155/2018 determina como zonas acústicas especiales, su otorgamiento deberá estar motivado en el cumplimiento de los objetivos de calidad acústica que se aprobasen, sin perjuicio de la aplicación de la normativa municipal a tal respecto».

No obstante lo anterior, explica, «en caso de no estar afectada la zona a dichos criterios y teniendo presente que la actividad comercial y hostelera puede estar ejercitándose en la misma o que, como consecuencia de la modificación del trazado diario pueda abrirse una demanda de ocupación, y siempre en base a criterios basados en el interés general, se podría regular un plan de aprovechamiento especial que a la vista del desarrollo comercial de la zona estableciera restricciones de uso».