Todos los sábados, a las 3 de la tarde, termina el mercadillo del Palo y comienza el desmontaje de los puestos en el paseo marítimo.

El pasado sábado La Opinión acompañó a la Asociación de Vecinos del Palo a la zona porque lleva muchos años reclamando al Ayuntamiento y a los comerciantes que cuiden la limpieza, una vez que el mercadillo se desmonta.

«El problema es que se queda todo lleno de plásticos y en cuanto sopla el viento todo acaba en el arroyo Jaboneros o en la playa», explica Mercedes Pírez, presidenta de la asociación de vecinos del Palo.

Mercedes Pírez llama la atención sobre la limpieza que el pasado sábado lucía el tramo final del arroyo Jaboneros, que linda con el mercadillo, «pero se debe a que hace unos días los niños del Colegio San Estanislao estuvieron limpiando el cauce», apunta.

«Llevamos años hablando de este tema, también hay quejas de los vecinos y de los comerciantes», apunta.

Como explicó, el problema radica en que el desmontaje de los puestos comienza a las 3 de la tarde, «y los servicios de limpieza del Ayuntamiento no se presentan hasta las 4.30 0 5 de la tarde». En ese intervalo de tiempo es cuando buena parte de la suciedad llega al arroyo y a la playa.

«Que sigan trabajando aquí»

Mercedes Pírez ha subrayado que la intención de la asociación de vecinos es que los vendedores ambulantes «sigan trabajando aquí», en el mismo emplazamiento, pero reclama que el Ayuntamiento busque una fórmula para que los plásticos dejen de ensuciar y contaminar, con el agravante de tratarse de una zona tan turística.

«Hay que promover las bolsas de papel, aunque sean más caras, para poder cambiar las tornas», señala, y propone que el Consistorio reparta «bolsas o cajas para que, si ya empiezas a recoger la basura que generas, cuando venga el Ayuntamiento a limpiar ya tengan que dar simplemente una pasada».

Hay otro problema añadido al montaje y al desmontaje y es que las furgonetas aparcan en la zona acotada de entrada de sillas de ruedas a la playa.

Además, comenta un vecino de la zona, la inseguridad vial es muy alta en esos momentos, sobre todo cuando levantan los puestos a las tres de la tarde: «Por el paseo marítimo la gente va caminando y tiene que ir esquivando los coches; esto se da cada sábado y llevo muchos años aquí», señala. Este vecino propone que se organice mejor el desmontaje: «Se puede hacer un estudio y acotar el paseo marítimo cuando estén las furgonetas arriba y abajo», destaca.

Teresa Porras, la concejala responsable de la limpieza, aseguró ayer que el Ayuntamiento estudiará adelantarla, «pero hasta que no desmonten no pueden entrar». Además, recordó que los vendedores «tienen la obligación de limpiar por encima su parcela y la inspección del mercadillo y la policía tienen que exigir que se cumpla».