El pasado 4 de abril, la Junta de Andalucía volvió a convocar pruebas selectivas para cubrir 3.800 plazas del Cuerpo de Maestrosconvocar pruebas selectivas3.800 plazas del Cuerpo de Maestros. Estas forman parte de las ofertas extraordinarias que vivirá la comunidad andaluza hasta el próximo 2020, por lo que se sumarán a las convocatorias que de forma ordinaria se vienen realizando. Toda esta acumulación de plazas, sumado a la situación de inestabilidad laboral, está haciendo que la tendencia a opositar crezca más de lo habitual y que por ejemplo, la mayoría de las academias preparatorias en la capital malagueña vean disparado su número de alumnos y se encuentren con el cien por cien de las plazas destinadas para ello cubiertas.

En el mundo opositor, estos centros se convierten en un ente esencial para lograr ser funcionario, un objetivo que para algunos se convierte en una ansiada meta. A los opositores que llevan años intentándolo se les suman los que por primera vez prueban suerte en estos duros ejercicios. En los centros de formación malagueños están notando de forma intensa esa tendencia de crecimiento en la matriculación de los que quieren opositar en el sector educativo, teniendo que adaptarse a las nuevas demandas. «No sólo hemos notado ese considerable aumento, sino que hemos ido incrementando el número de docentes preparados para el entrenamiento de estos candidatos», explica Marimar Menés, responsable del Área de Educación de MasterD en Málaga.

En la misma situación se encuentra el centro preparatorio malagueño Jesús Ayala, donde no sólo tienen que ir adecuándose a ese nuevo plan de oferta en Andalucía, sino que han ido variando las especialidades que ponen a disposición de los alumnos y el propio profesorado del centro, dependiendo de la demanda que les va llegando a sus aulas. «Estos últimos años, las peticiones de matriculación indudablemente han ido creciendo y ello, nos ha obligado tanto a ir ampliando nuestra oferta de especialidades como paralelamente ir aumentando el personal docente que está cualificado para la preparación de estos perfiles», señala Purificación Marín, jefa de estudios de la academia de oposiciones Jesús Ayala. Este centro recibe todos los cursos a cientos de alumnos conformados por opositores noveles, interinos y los que vuelven a formarse para enfrentarse nuevamente a los exámenes. «Ya no sólo son los nuevos que optan a las plaza los que compone nuestras aulas, sino también aquellas que a pesar de haber logrado su aprobado , no ha conseguido plaza y quiere volver a intentarlo. A ellos, se les suman también los propios interinos que, aunque estén impartiendo clases por la apertura de bolsas extraordinarias, no tienen su plaza fija», destaca.

Ya no sólo se dispara el número de personas , sino que a esta subida le acompaña una variación del perfil de quienes aspiran a ser funcionarios, no necesariamente centrado en el sector educativo. «Los perfiles varían mucho entre magisterio y secundaria o bachiller. En la primera, suelen ser jóvenes que en la mayoría de sus casos han salido recientemente de la universidad, junto con los que vuelven a intentar convocatoria. En Secundaria, son alumnos que vienen de carreras muy diversas, sin estar enfocadas a la plaza específica. Por ejemplo, para Matemáticas recibimos muchos graduados en económicas o ingenieros, que frente a la situación laboral deciden estudiar para optar a unos puestos que suponen una estabilidad de por vida», explica Guillermo Castilla, director de la academia Luis Vives.

Apesar de que en su mayoría el alumnado es una persona joven, cada vez son más lo que se preparan rondando los cuarenta años, bien porque son interinos o porque ven en estas plazas una definitiva oportunidad laboral. «Aunque la mayor parte son jóvenes que hace poco finalizaron sus estudios, sobre todo en la rama de magisterio, sí es cierto que ha ido en aumento el rango de edad de los que deciden presentarse, ya sea porque vuelven a intentarlo o porque como ocurre en mucho de los casos, es indudable que muchas carreras universitarias no tienen la misma demanda en el mercado laboral, por lo que los que no consiguen un trabajo relacionado con su perfil, ven en opositar una salida con garantías», explica Marín de Jesús Ayala.