La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, fue promovida por el Papa Pío XII en 1947 para ayudar a la Iglesia católica en países de verdadera necesidad, a los miles de refugiados y a los cristianos perseguidos en el mundo a causa de su fe. Se financia exclusivamente con donativos de benefactores y la ayuda se destina a los proyectos presentados por misioneros y religiosos en países en situación de emergencia, donde los cristianos son discriminados o perseguidos. Carlos Carazo es el subdirector de esta fundación en España, que ayer ofreció una conferencia en la iglesia de San Felipe Neri. Se lamenta de que la situación de la libertad religiosa en el mundo va a peor.

¿Cuál es la situación global de la libertad religiosa?

Está empeorando, por desgracia. En nuestro informe de 2018, y que publicamos de manera bianual (es el único además que edita una entidad católica), vemos que a nivel global e internacional, la libertad religiosa ha empeorado, con especial preocupación en países como India o China, que son muy importantes por su población y donde la libertad religiosa está cada vez más comprometida. Sin embargo, también hay buenas noticias. El final del Estado Islámico ha hecho que la situación para los cristianos de Siria o Irak haya mejorado.

¿Es el cristianismo la religión mayoritaria más perseguida en el mundo?

El cristianismo es la religión más común pero también la más perseguida. Por mucha diferencia además. Los cristianos sufren discriminación y persecución. Hay persecución cuando existe una campaña activa con el fin de exterminar, expulsar o someter a un determinado grupo de personas por su religión por parte del Estado o de otros grupos, cuando las víctimas son discriminadas, desposeidas e incluso asesinadas, legalmente. Y hay discriminación cuando las leyes marginan a un determinado grupo religioso, y no a todos y hay limitaciones o incapacidades por el hecho de tener una creencia determinada.

¿Por qué sufre el cristianismo esta situación en determinados países?

Se detectan tres grandes focos de problemas. Los países radicales islámicos, que no respetan la libertad religiosa. Son 22. O los países con estados autoritarios. Hay ocho, aunque el peor es Corea del Norte. Y existen otros ocho países con nacionalismos extremos, con la India a la cabeza, con tintes hinduístas que hacen muy difíciles otros credos. De cada 100 personas, 61 viven en un país donde no hay libertad religiosa. Los países desarrollados, donde se respeta el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se respeta la libertad religiosa porque son de raíz cristiana.

¿Se puede hablar de mártires del siglo XXI?

Hay muchísimos mártires. Más ahora que en los primeros siglos del cristianismo. En Irak, Nigeria, Somalia, Libia, Níger, Sudán... son asesinados a diario.

¿Cómo se viven atentados como el más reciente en Sri Lanka?

Son situaciones tristísimas. Y en este caso, además, imprevistas, porque en Sri Lanka tanto los cristianos como los musulmanes son minoría. Es un golpe muy fuerte. Estamos en contacto con los obispos de la zona, para saber cuáles son sus necesidades, y están en estado de shock. Pero es increíble cómo la fe se fortalece después de este tipo de atentados y no por ello estas comunidades dejan de asistir a sus celebraciones religiosas.

¿Se valora en los países avanzados el poder profesar cualquier religión con libertad?.

Hay una cuestión antropológica muy clara. Occidente no sabe valorar la fe. Ni la libertad religiosa. A diferencia de lo que ocurre en estos países, donde, sin embargo, la fe es más fuerte porque quienes la profesan la hacen más fuerte ante la dificultad. Es como el agua, que solo se valora cuando falta. En las sociedades avanzadas tenemos un conflicto entre la libertad de expresión y religiosa. Amparados bajo la libertad de expresión se hacen ataques específicos que atentan contra la identidad religiosa de los creyentes. Aunque eso también nos está haciendo despertar. En otra dimensión, también somos cristianos que sufrimos por nuestra fe.

¿Habla de cristianofobia?

No sabría decir. Sí que vemos que cada vez hay más iniciativas contra los cristianos, pero no me atrevería a hablar de cristianofobia, sobre todo si lo comparas con la situación que viven los cristianos que se juegan su vida por su fe.

¿Qué labor desarrolla AIN?

Como su nombre indica, Ayuda Iglesia Necesitada. Anualmente apoyamos alrededor de 6.000 proyectos pastorales y de emergencia humanitaria en más de 145 países, con 23 oficinas en el mundo, entre ellas la de España desde 1965, dedicadas a la información, al fomento de la oración y a la recaudación de fondos para la cobertura de proyectos.