La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), reúne hasta el sábado en Málaga a 2.500 personas especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria para celebrar su congreso anual, un evento que se ha presentado este jueves y en el que han advertido de la "ola de jubilaciones" en esta región, teniendo en cuenta que es una de las que tiene la mayor tasa de envejecimiento de este colectivo. En rueda de prensa, el presidente de la semFYC, Salvador Tranche, y el vicepresidente de la Sociedad Andaluza de Medicina de Familia y Comunitaria (SAMFyC), Francisco Guerrero, han coincidido en la necesidad de que todos los agentes implicados en garantizar la prestación de la Atención Primaria se comprometan con la especialidad como "garante de la sostenibilidad del sistema".

Por ello, han insistido en la importancia de discriminar en positivo la especialidad para hacer frente "a la inminente ola de jubilaciones que afectará la especialidad, dado que un 38 por ciento de las personas que ejercen se jubilarán en los próximos 10 años".

"Nos encontramos con una realidad en la que el aumento de la esperanza de vida hace que también aumenten las posibilidades de que un mayor porcentaje de la población pueda ser diagnosticada de alguna de las enfermedades crónicas más prevalentes. Ante este escenario está comprobado que los modelos de atención que funcionan son aquellos que están basados en la atención en continuidad, como la que ofrece la Medicina Familiar y Comunitaria, ha indicado Tranche.

En toda España, esta especialidad es una de las más feminizadas y, hoy en día, un 61,6 por ciento del conjunto de personas colegiadas son mujeres. Por su parte, en Andalucía, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos señala que la proporción hombre-mujer en Andalucía para esta especialidad es de 44-56 por ciento, a favor de las féminas. Andalucía es una de las comunidades que cuenta, según la Demografía Médica de la OMC, con un colectivo médico más envejecido: un 42 por ciento tiene más de 55 años, un dato que es aún más elevado para la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.

En este punto, ha aludido a la necesidad de que las universidades se impliquen en ofrecer la asignatura de Medicina de Familia y Comunitaria, "y que sea una especialidad suficientemente reconocible e identificable en el proceso formativo", así como que las unidades docentes sigan apoyando "la adecuada formación y capacitación de los profesionales que han elegido" dicha especialidad.

A juicio de Salvador Tranche, las administraciones también deben dar "más pasos" en materias como la troncalidad o el reconocimiento real de la especialidad. Ambos han hablado también de los plazas MIR. Los datos aportados indican que actualmente las enfermedades crónicas representan el 80 por ciento de las visitas en Atención Primaria, dado que las personas que sufren enfermedades crónicas presentan mayor frecuentación. Ante el escenario de mayor necesidad de atención, por tanto, "será necesario replantear las ratios de población por profesional o, lo que sería más justo, ajustar el número de tarjetas sanitarias por médico".

Saturación del sistema

En Andalucía, los datos apuntan a que, en los últimos años, la proporción de ciudadanos por profesional ha subido en relación con la media española: en 2004, la ratio de personas por médico era de 1.484 en España y 1.390 en Andalucía (situándose positivamente por debajo de la media); en 2017, la media española se sitúa en 1.357 personas por médico, y en Andalucía cada facultativo debe atender a una media de 1.425 personas.

Los datos de Málaga son los más altos y es donde cada médico de familia tiene asignada más población: 1.542 personas por especialista en Medicina Familiar. Este dato apunta a que cada médico de familia podría tener asignadas, de media, hasta 200 personas más a su cupo. Si este dato se analiza por gerencias, han indicado, los datos de Costa del Sol se sitúan muy por encima de la media: si la media española se sitúa en 1.357 personas por médico y en Andalucía cada facultativo debe atender a una media de 1.425 personas, en Costa del Sol la ratio era de 1.798 personas por médico, unas 450 personas más.