El nuevo Gobierno en la Junta de Andalucía mantiene las pruebas de diagnóstico que se venían realizando en los últimos años a una muestra representativa de alumnos que terminan Primaria y la ESO para determinar, de este modo, el nivel con el que acaban estos ciclos educativos. Ya se han publicado las instrucciones para ordenar la celebración de estos controles, que tendrán lugar los días 27 y 28 de mayo.

No hay cambios significativos a lo que se ha venido realizando estos dos últimos años. Estas evaluaciones carecen de efectos académicos y sus resultados no afectan, en ningún caso, las calificaciones de los alumnos en su proceso de evaluación continua. De hecho, se garantiza el anonimato en la cumplimentación y tratamiento tanto de las pruebas como de los cuestionarios de contexto.

Se realizarán a una muestra "representativa" de escolares de toda la comunidad autónoma, matriculados en sexto de Primeria y cuarto de Secundaria. La selección, tanto de estos alumnos como de los centros, se ha realizado de manera aleatoria "con criterios de representación proporcional de los centros en cuanto a su distribución provincial, titularidad (pública o privada) y procedencia socioeconómica y cultural del alumnado que escolarizan".

Entre los alumnos que se someterán a estas pruebas, no se incluirán a los que tengan autorizada una adaptación curricular significativa, ni al alumnado de incorporación tardía al sistema educativo español y que, como consecuencia de ello, presente graves carencias lingüísticas en lengua castellana.

Los cuestionarios facilitarán una serie de datos que, una vez analizados junto con los resultados de las pruebas, permitirán obtener información relevante para la posterior toma de decisiones sobre la planificación de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Son pruebas que tienen carácter diagnóstico, con las que la Junta pretende valoral el nivel de calidad de la enseñanza pública y, en base a los resultados obtenidos, decidir posibles cambios en sus políticas, si fuera así necesario.

Los resultados, por tanto, no se hacen públicos. Las pruebas son un mero recurso para conocer el nivel de los alumnos, para dar pistas sobre la labor que se lleva a cabo en los centros educativos.

En Primaria, las pruebas valorarán el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística (Lengua Castellana e Inglés), de la competencia matemática y de las competencias básicas en ciencia y tecnología. En Secundaria se evaluaron las competencias lingüística y matemática, junto con la competencia social y cívica (materia de Geografía e Historia).

Cada prueba de evaluación tendrá una duración de 60 minutos, con un descanso de 30 minutos entre las dos pruebas que se aplican cada día.

Estas pruebas de la evaluación final de etapa fueron establecidas por la nueva normativa LOMCE que, tras las últimas modificaciones recogidas en el Real Decreto-ley 5/2016 de 9 de diciembre, de medidas urgentes para la ampliación del calendario de implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, pasan a ser muestrales y adquieren una finalidad diagnóstica. Su aplicación, por tanto, deja de ser generalizada para todo el alumnado y el resultado de las mismas sirve para aportar una información más sobre determinados aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje en dos etapas educativas distintas.

Los resultados obtenidos en cada uno de los centros serán comunicados a estos y a las comisiones para el seguimiento de los rendimientos escolares de la zona educativa a que correspondan, al objeto de la adopción de medidas de mejora, que en su caso, procedan. Estos resultados se trasladarán en el segundo trimestre del curso próximo.

En ningún caso, los resultados de estas evaluaciones podrán ser utilizados para el establecimiento de clasificaciones de los centros.