Los negocios de hostelería de la Alameda tendrán que ajustarse a la nueva Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública para poder instalar sus terrazas. La Junta de Gobierno local ha aprobado en la mañana de este viernes un Plan Especial de Aprovechamiento de esta zona, donde aún continúan las obras de reurbanización y peatonalización, que acota y limita las terrazas y prohíbe expresamente la instalación de toldos o veladores.

El Ayuntamiento solo permitirá a cada bar que coloque en la vía pública cuatro mesas y 16 sillas en cada terraza y este mobiliario no podrá superar los 13 metros cuadrados de superficie ante el local. Es decir, no solo se delimita los establecimientos que cuentan con autorización o pueden contar con ella cuando se recepcione la obra, sino también la densidad. La sombra solo podrá ser proporcionada por sombrillas individuales y aisladas "sin finjación de ningún tipo mediante elementos auxiliares anclados al suelo", se precisa en la orden aprobada por la Junta de Gobierno local.

Hasta el inicio de las obras, seis establecimientos de hostelería tenían licencia de ocupación de vía pública y cuando acaben, podrán ser un máximo de 38 los que puedan contar con este permiso para poder disponer de mesas y sellas ante sus negocios.

Del mismo modo, la normativa prevé que exista una unificación del mobiliario empleado "para una correcta integración en un espacio del valor histórico y patrimonial de la Alameda". También prohíbe el uso de cualquier elemento auxiliar, más allá de las mesas, sillas y sombrillas autorizadas. Este extremo se refiere a las estanterías con productos, elementos informativos, decorativos o delimitadores.

Este plan ha sido elaborado de manera conjunta por la Gerencia Municipal de Urbanismo y el área de Comercio del Ayuntamiento. Recoge un estudio sobre la ocupación con mesas y sillas, susceptibles de ocupación por parte de los locales de hostelería que se ubican o puedan ubicarse en este entorno de la Alameda Principal.

El objetivo de la normativa "es garantizar un adecuado equilibrio de dichas autorizaciones, conjugando el uso del espacio público por la colectividad, siendo este último el factor predominante", según informa el Consistorio en un comunicado.

Las terrazas no podrán situarse junto a los edificios. La separación con las fachadas tendrá que superar los 180 centímetros para garantizar el tránsito de personas y el acceso a las viviendas. Del mismo modo, será preferente la protección de los ficus de la Alameda, por lo que las mesas y sillas no podrán estar junto a los árboles.

Del mismo modo, el plan obliga a los hosteleros y ajustarse a los horarios permitidos y a recoger en el interior del establecimiento todo el mobiliario cuando la terreza no esté en funcionamiento, "de modo que el espacio público quede completamente liberado".