El Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga ha condenado a un año y nueve meses de prisión a un hombre, que actuó como agente inmobiliario, por quedarse con el dinero entregado por un cliente, en concreto 3.300 euros para la compra de un piso que finalmente no se realizó.

Según se declara probado en la sentencia, en abril de 2015, el acusado, como consultor inmobiliario, firmó un contrato de provisión de fondos con el perjudicado, recibiendo la cantidad de 300 euros para la búsqueda y captación de un inmueble, acordándose que esa cantidad sería parte del precio en caso de realizarse la operación.

En mayo de dicho año, el procesado recibió nuevamente la cantidad de 3.300 euros más por parte del comprador, en concepto de entrada para la adquisición de un inmueble en Málaga capital, cuyo precio era de 36.000 euros, según se señala en la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press.

Aunque la operación no llegó a efectuarse, porque el comprador no consiguió la financiación bancaria que necesitaba, el acusado, «con ánimo de enriquecimiento injusto, no ha devuelto el dinero recibido, existiendo una obligación legal y contractual para ello».