El vicerrector de Estudiantes de la UMA, José Francisco Murillo, señala que la parte que le toca a la Universidad, es decir, filtrar los datos para comprobar si los alumnos cumplen con los requisitos, se terminaron antes de las vacaciones de la Navidad. Desde ese momento, con la información en la mano, es el Ministerio el que tiene que proceder al abono de las becas. Murillo, tras consultar con el servicio de Becas de la Universidad, explica que la mayor parte de estas ayudas, correspondiente a la parte fija y la más importante, «ya la han cobrado todos».

Con todo, el vicerrector es optimista, ya que reconoce que en los últimos años se ha agilizado toda la tramitación. Por ejemplo, en el curso 2012/2013, a falta de tres meses de terminar las clases, aún quedaban por resolver 2.028 peticiones de beca. Es decir, no solo, como es lógico, no habían ingresado un euro de la ayuda, sino que todavía no sabían si quiera si tenían derecho o no a cobrarla.

El Ministerio, de hecho, ha manifestado esta misma semana, en boca del secretario de Estado de Educación en funciones, Alejandro Tiana, su intención de que los estudiantes universitarios cobren su beca lo antes posible y, es más, para que sepan incluso antes de matricularse, si tienen opción o no de recibirla.

El Gobierno ya está estudiando el modo de agilizar el pago de las becas para poner fin a las situaciones que se registran en la actualidad y que llevan a muchos alumnos, no solo de la UMA, sino de forma generalizada en todas las Universidades públicas del país, a cobrar el dinero de sus becas casi con el curso vencido.

Tiana ha explicado que la reforma que estudia el equipo que dirige Isabel Celaá consiste en revisar la cuantías «para conseguir ir ajustando más quién recibe la beca en función de cuáles son sus condiciones». En este sentido, ha resaltado que las becas tienen una parte fija que cubre la matrícula, la residencia y el rendimiento académico, así como otra variable, que es distinta para cada uno de los solicitantes y resulta de la ponderación de la nota media del expediente del estudiante y de su renta familiar, con una cantidad mínima de 60 euros y que no se conoce hasta empezado el curso.

Del mismo modo, ha explicado que el sistema de cuantía variable «es un elemento que repercute en que se sepa más tarde cuánto se va recibir», por lo que uno de los objetivos del Ministerio es ir «reduciendo al máximo esa parte».

Precisamente esa parte variable es la que aún, al menos en el caso de la UMA, y sin que la institución académica malagueña haya podido precisar, es la que faltaría por cobrar.

Si, efectivamente, el Ministerio lleva a cabo una tramitación más ágil y cambia el sistema de concesión de becas para adelantar la resolución de las solicitudes, también se vería beneficiado el sistema de bonificación de matrícula que desde hace dos años pone en práctica la Junta de Andalucía y, fundamentalmente, los alumnos que lo aprueban todo y que esperan solo tener que pagar el 1% del precio de las tasas.

Como explica Murillo, la Junta entra con las bonificaciones «cuando el Ministerio ha decidido a quién becar o no». «Se bonifica a los que no tienen beca», concreta. El procedimiento es el siguiente: si un alumno tuvo beca el curso anterior, está obligado a solicitarla en el siguiente curso. Y a partir de la beca que tenga, será bonificado en una u otra cuantía. Si no tuvo beca el curso anterior y sí tiene los requisitos académicos que exige la beca del Ministerio, puede hacer dos cosas. O solicitar la beca o presentar una declaración jurada en la que diga que tiene los requisitos académicos pero no tiene los criterios económicos para que se le dé la beca del Régimen General. Y con eso el alumno es atendido a través de la bonificación.

El vicerrector admite que «se ha agilizado todo un poco, aunque no demasiado». «Una cosa es que el alumno sepa que va a tener la beca y otra cuando recibe el dinero», asegura.

De hecho, Tiana ya adelantó que será imposible que el Ministerio, aunque tiene las ideas claras en este sentido, sea capaz de tener todo preparado para el próximo curso. «Este año no vamos a llegar», se lamentó el secretario de Estado de Educación, quien insistió en la intención es tender a que, antes de matricularse, los estudiantes sepan ya si tienen la posibilidad de obtener la beca, así como agilizar la recepción del dinero por parte de los alumnos.