El edil de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga, José del Río, aseguró ayer que su departamento no tiene constancia de que haya más jaurías de perros salvajes en polígonos industriales o en otros puntos de la ciudad, después de haber capturado a todos los canes, cinco en total, que en la madrugada del pasado domingo atacaron a un hombre de 30 años de edad en el polígono Santa Teresa, dejándolo en estado crítico. «Nosotros hemos actuado rápidamente en relación a la demanda que se nos hizo. No tenemos constancia de que haya otras jaurías de perros salvajes en la ciudad». Pese a ello, el edil pidió ayer la «máxima colaboración ciudadana» para situaciones como ésta o parecidas, cuando se avisa al 900 900 000 de la existencia de animales abandonados.

«Cuando nos llaman, actuamos, como ocurrió en ese mismo día. Es más, el 30% de los perros recogidos en el Centro Zoosanitario nos llegan por avisos de ciudadanos», explicó. «Nos llamaron y hemos actuado con una celeridad importante. De hecho, he felicitado a la empresa, que se llama Aticsa, por su intervención rápida en esta situación». También explicó que todos los perros de esa jauría están ya controlados y ahora los técnicos del Zoosanitario «están evaluando el carácter de los animales, que no son potencialmente peligrosos; el hecho de que se haya producido este ataque es porque son muy territoriales, pero repito: no tengo conocimiento de que haya más jaurías de perros. Ahora toca evaluar la situación».

El hombre herido, ahora mismo, se encuentra en la UCI del Hospital Clínico. También ha trascendido que los mismos animales atacaron a otra persona que corrió mejor suerte.

Así, la presidenta de la Protectora de Animales de Málaga, Carmen Manzano, alertó en este periódico el pasado lunes de que su colectivo ha recibido información de la existencia de otros perros asilvestrados y abandonados que han hecho de zonas como Guadalmar, el polígono Guadalhorce u otras zonas industriales su territorio. Al no estar controlados ni esterilizados en muchas cosas, aumenta el número de ejemplares, que también crece con el continuo abandono.