Pese a los malos augurios después de los resultados obtenidos en las nacionales, el PP ha conseguido mantenerse fuerte en las municipales en la provincia, sumando incluso más votos que hace cuatro años. Los populares se han quedado con el 36% de los votos en un territorio que no se les resiste desde hace más de dos décadas, frente a un PSOE que también sube en votos y mantiene un número similar de alcaldías respecto a 2015, pero en municipios con menor población.

El cómputo del escrutinio de uno y otro permite, asimismo, comprobar que el bipartidismo nunca se fue de Málaga y que se asienta con más fuerza en la provincia. Y es que los votos de PP y PSOE suman casi el 70% del total, mientras que si se habla en términos de victorias en alcaldías ambos se han quedado prácticamente con el 80%.

Los números del 26M vienen a demostrar que el empuje de las nuevas formaciones que llegaron hace cuatro años a renovar la política se ha quedado tan sólo en un intento que no ha podido arañarle espacios a los partidos tradicionales. Ni Podemos ni Ciudadanos han logrado hacerse con un hueco importante en el panorama político municipal. Y tampoco lo ha hecho Vox, que aspiraba a ser la llave de gobierno en las localidades donde presentaba listas.

La confluencia de IU-Podemos ha logrado más alcaldías, pero ese acuerdo no le ha traído más votos, mientras que el partido de Albert Rivera sólo ha logrado sumar 1.301 votos más respecto a los datos de hace cuatro años, con una importante caída además en la capital malagueña. La formación de Santiago Abascal, por su parte, sólo ha recibido 7.728 en la provincia.

De los 685.679 votos emitidos el domingo en la provincia, PP y PSOE se repartieron más de 462.000. En número de alcaldías, son los socialistas los que se llevan más, con 47 victorias (36 absolutas y 11 simples), mientras que los populares se quedan con 36 (25 y 11). Para Adelante han sido ocho, cinco para IU y Cs se queda con una, la de Guaro. En esta ocasión serán 24 localidades las que necesitarán pactos para gobernar.

En términos de población, la victoria absoluta ha sido para el PP, pues han sido ellos los que han arrasado en las grandes localidades malagueñas. La franja litoral de Málaga se vuelve a pintar de azul cuatro años, salvo excepciones como Benalmádena, con un muy destacable avance del socialista Víctor Navas, Algarrobo y Manilva. Y en algunos casos lo han hecho con datos mejores que en 2015, caso de Ángeles Muñoz en Marbella, Óscar Medina en Torrox o José María García Urbano en Estepona.

Támbien los grandes núcleos del interior han vuelto a depositar su confianza en el PP. Es el caso de Antequera, los dos Alhaurines o Coín, donde los populares gobernarán con mayoría absoluta, mientras que en Ronda, siendo los más votados, necesitarán de pactos para gobernar.

Los socialistas mantienen Cártama como la localidad más importante que gobernarán con mayoría absoluta, con un Jorge Gallardo que ha logrado mejorar sus números, y consiguen la fidelidad de municipios más pequeños en la franja de Antequera, la Serranía y la Axarquía interior, votos que no obstante no le permiten ni ser la formación más votada a nivel provincial ni aspirar a la Diputación de Málaga, donde todo apunta a que será el PP quien estará al frente si tiene el apoyo de Cs.

Teniendo en cuenta que los socialistas fueron la formación más votada en las nacionales y en las europeas en la provincia, la lectura es clara: es cuestión de la elección de candidatos. Al PP le han beneficiado los nombres que han liderado sus listas en estas municipales en las grandes ciudades. Ejemplo de ello, García Urbano, que ha sumado 21 ediles, Muñoz en Marbella, Joaquín Villanova, en Alhaurín de la Torre, o el propio Francisco de la Torre. Muchos de ellos suman ya unas cuantas legislaturas a sus espaldas, pero en vez de sufrir el desgaste propio de esa longevidad han sumado más votos.

Lo cierto es que ese granero de votos que es la capital malagueña y toda la Costa del Sol para los populares hace que estos sean los más votados en la provincia de forma ininterrumpida desde las municipales del año 1995 -en el 91 fue la última ocasión en que la victoria global en la provincia fue para el PSOE-. Desde entonces, además, el PP se ha hecho con un importante espacio en comarcas del interior antes más afines a la izquierda, como el Valle del Guadalhorce o la zona de Antequera.

Por su parte, el PSOE gobernará solo, sin oposición alguna, en Cartajima y Faraján, dos localidades de 247 y 248 habitantes, respectivamente, y que se sitúan en la Serranía de Ronda. En el caso de Cartajima, que elegía cinco escaños, dos menos que en 2015 cuando se jugaban siete, todos han ido a parar a manos socialistas, que ha obtenido 127 votos, los mismos que hace cuatro años. El PP, por su parte, obtuvo dos ediles, y ahora no logra ninguno, pasando de 71 a 43 votos, según los datos del escrutinio del Ministerio de Interior recabados por Europa Press.

Por su parte, en Faraján, que ha perdido dos escaños de unos comicios a otros, los socialistas obtienen los cinco representantes municipales tras lograr 143 votos (86,14%) frente a los nueve del PP (5,42%). Hace cuatro años, el PSOE tuvo seis concejales con 151 votos y el PP un edil después de ser escogido por 25 ciudadanos.

Por otro lado, en un total de 19 de los 103 municipios de Málaga el Partido Popular no obtiene ningún concejal. En concreto, se trata de las localidades de Alpandeire, Arriate, Benadalid y Benamocarra.

De igual modo, los populares tampoco tienen representación en Benaoján, El Borge, El Burgo, Cuevas Bajasy Villanueva del Trabuco.