Un alumno coreano pregunta por los talleres de flamenco, mientras un alemán y su buddy español intentan apuntarse a un viaje a Granada para el que quedan pocas plazas. Es el último del curso y quieren ir juntos y despedirse así. Desde Polonia, otra estudiante envía un correo electrónico en el que pide ayuda para buscar alojamiento en Málaga para el próximo curso. Son tres ejemplos de las numerosas gestiones que realiza cada día la Oficina Welcome to UMA para atender a los más de 1.500 estudiantes internacionales que cada año llegan a la Universidad de Málaga. Ubicada en el Jardín Botánico, en el campus de Teatinos, y gestionada por Isabel Rocha, Estrella Lavado y Ana Belén Fernández, esta oficina es el punto de referencia para los alumnos extranjeros, además de atender también a profesores, investigadores o personal de administración visitante. Aunque lleva tres años funcionando, el rector, José Ángel Narváez, la inauguró oficialmente en abril, junto a la vicerrectora de Internacionalización, Susana Cabrera, destacando el importante papel que realiza. Y es que Welcome to UMA no sólo proporciona orientación e información práctica a los estudiantes internacionales, sino que va más allá al ayudarles a integrarse en la cultura malagueña a través de actividades y del Buddy Program, por el que los alumnos cuentan con un compañero local que les orienta y les introduce en la vida del estudiante universitario de la UMA y en la ciudad.

«Era una de las cosas que los estudiantes echaban en falta, tener un punto de encuentro, de información. Creo que lo hemos conseguido con la Oficina Welcome to UMA. Se sienten mucho más amparados. Se sienten parte del colectivo de la universidad y de la propia ciudad», explica Cabrera, que asegura que el balance de los tres años de la oficina es muy positivo.

Este curso han sido más de 1.500 los estudiantes extranjeros que han pasado por la Universidad de Málaga, tanto del programa Erasmus como los que llegan gracias a los convenios bilaterales con Iberoamérica o Canadá, el programa ISEP con EEUU o el acuerdo con la Universidad Nacional de Incheon en Corea del Sur. Así, aunque los más numerosos han sido los italianos, polacos y alemanes, la UMA ha recibido este curso a alumnos de países tan diversos como Pakistán, México o Filipinas. Una población estudiantil variada y con sus propias características y necesidades y que en su gran mayoría pasa por la Oficina Welcome to UMA. Según explica Isabel Rocha, han sido unos 1.400 alumnos internacionales a los que han ayudado este curso.

La UMA, a través de esta oficina, atiende a estos estudiantes incluso desde antes de que lleguen a Málaga con información sobre el acceso, la matriculación, las becas o el alojamiento. Un punto este último especialmente conflictivo en Málaga por su carácter turístico. «Muchos vienen una semana a un hostel y empiezan a buscar, pero se dan cuenta de que no es tan fácil y entonces recurren a nosotros. Recibimos entre 200 y 250 solicitudes cada cuatrimestre de estudiantes que nos piden que les ayudemos con el alojamiento», explica Rocha. Para ello, la UMA trabaja con una empresa que tiene varias residencias.

Buddy Program

Una vez en Málaga, Welcome to UMA recibe a los visitantes con una Fiesta de Bienvenida y el Encuentro Buddy Program. Una iniciativa esta última que la oficina acogió tras depender del Vicerrectorado de Estudiantes y que es clave para que los alumnos socialicen. El programa está abierto durante todo el curso y permite tanto que los visitantes tengan una especie de 'guía' local como que los malagueños conozcan a extranjeros y practiquen idiomas, además de obtener dos créditos por cada cuatrimestre.

Cada alumno de la UMA puede tener más de un extranjero asignado, pero deben ser de la misma facultad. Es la única condición y a partir de ahí tanto una parte como la otra expresan sus preferencias -qué nacionalidad prefieren, chico o chica...- y las trabajadoras de la oficina los emparejan. No obstante, el programa es flexible y si no hay afinidad se puede pedir un cambio.

Además de los intercambios de idiomas, el punto fuerte de la oficina es el programa de actividades culturales, deportivas y de ocio. Este curso se han organizado más de una treintena de actividades, todas gratuitas, entre las que ha destacado la visita guiada al Caminito del Rey, en colaboración con la Diputación, que es la que más demanda ha tenido con 650 solicitudes.

En esta línea, los viajes a Ronda, Atajate, Sevilla y Granada -este último novedad este curso- también han tenido muy buena acogida, al igual que los talleres de flamenco -en colaboración con el Centro de Arte Contemporáneo- y cocina que ya son un clásico.

La colaboración con instituciones públicas y privadas es clave para organizar este programa de actividades, facilitando experiencias como conocer la Fábrica Mahou San Miguel, un recorrido cultural por el Teatro Romano, la Alcazaba y el Museo de Málaga y visitas al CAC Málaga y al Museo Thyssen.

En lo deportivo, destacan la II carrera solidaria 'La gran senda Erasmus' en Riogordo, celebrada este mes con más de 100 estudiantes y en colaboración con la ONG ACOES Honduras, la Diputación y el Ayuntamiento de Riogordo. También ha habido una jornada de convivencia con vecinos de Mangas Verdes, con la colaboración del Instituto Andaluz de la Juventud.

Para el próximo curso, según explica Isabel Rocha, el objetivo es organizar visitas a casas hermandad para que los estudiantes se acerquen también a la realidad cofrade. Además, se intensificará la oferta deportiva.

Todas estas actividades son las que hacen que los alumnos internacionales se integren realmente en la universidad y en la ciudad e incluso se conviertan en 'prescriptores' del destino, logrando que sus familias y amigos visiten Málaga y que otros estudiantes elijan la UMA. «Hablan bien de Málaga y esa experiencia hace que otros se animen a venir», destaca la vicerrectora de Internacionalización, que cree que la puesta en marcha de Welcome to UMA ha influido en el aumento del número de estudiantes de otros países.

Para que la demanda siga al alza, la Universidad de Málaga trabaja en un nuevo proyecto orientado a facilitar los trámites de los visados. «Queremos crear una unidad para ayudar con los visados, una especie de punto de mediación con Extranjería», explica Susana Cabrera.