La Demarcación de Costas ha reconocido que la zona de Guadalmar, Arraijanal y el Campo de Golf sufre «una importante regresión», después de la denuncia en mayo de vecinos y ecologistas de Churriana, que pedían la prohibición del baño en Arraijanal y alertaban de posibles vertidos de aguas fecales, además de criticar la desaparición de la playa.

A este respecto, la denuncia recordaba que con el aumento del nivel del mar, el alambrado de los terrenos del Parador de Golf de Málaga se encontraba «en la misma orilla», con lo que invadía «la zona de playa protegida por la Ley de Costas».

En un escrito de respuesta a la denuncia de la asociación ecologista Ciriana, la asociación de vecinos Arcuves de Churriana, la plataforma Almar de Guadalmar, y las plataformas ciudadanas Torre Vigía y Salvar Arraijanal, la Demarcación de Costas achaca el retroceso de la playa a la urbanización de buena parte del delta del río Guadalhorce por las urbanizaciones de Guadalmar y Sacaba Beach, así como al encauzamiento parcial del río para evitar las inundaciones de polígonos industriales. «Esto ha provocado, junto a otras causas, una importante disminución de sedimentos arrastrados por dicho río ordinariamente y también en sus crecidas extraordinarias».

Por este motivo, ha informado de que esta regresión está siendo estudiada en el marco de la 'Estrategia para la Protección de la Costa de Málaga teniendo en cuenta los efectos del cambio climático', financiada por la Unión Europea.

Además, Costas ha enviado sendos escritos a la Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta y al Ayuntamiento de Málaga, en el primero de los cuales tras informarle de la «regresión importante» de la playa, reclama a la Junta que extreme las condiciones para autorizaciones en la zona, «así como vigilar que lo ya autorizado o concesionado en la misma se ajuste estrictamente a lo otorgado, pues cualquier abuso u ocupación indebida podría agravar la situación existente».

También le recuerda que es de su competencia el movimiento de áridos de las riberas del arroyo del Cañuelo y la afección de flora y fauna del entorno, alguna de ella protegida, algo que también denunciaron los colectivos.

«Existencia indebida»

Por otra parte, en el escrito enviado al Ayuntamiento Costas le «reitera» la «existencia indebida de la estación de bombeo, tuberías y arquetas de conducción en la propia playa, lo que agrava la situación de erosión de ese tramo de litoral».

Además, advierte de que pudiera estar causando problemas de vertidos de aguas fecales, algo que Emasa debe comprobar.

También señala que debe ser el Ayuntamiento la administración que determine si se debe prohibir o no el baño.

Maricruz Torres, presidenta de Ciriana, mostró ayer a La Opinión su satisfacción porque «por fin», Costas reconoce en un escrito el retroceso de la playa y además informa de que se estudiará el problema con fondos europeos. La ecologista reiteró el «grave peligro» que a su juicio supondrá la Academia del Málaga C.F. en Arraijanal, «porque el mar ya ha avanzado cien metros y sin los sedimentos que históricamente deposita ahí, si no encuentra obstáculos avanza», y recordó que los colectores de Emasa están todos «con los sellos de las tapas arrancados por el mar». «Las obras del Málaga agravan la situación, eso va a ser una ratonera porque el mar no avisa y aquí las lluvias son torrenciales», alertó Torres.

Para Inmaculada Viñolo, presidenta vecinal de Churriana, los escritos «nos dan una alegría porque nos dan la razón en todas las cosas que hemos señalado desde el principio, a raíz de la construcción de la Academia del Málaga».

En su opinión, tanto el cambio climático como el que no lleguen sedimentos suficientes está provocando el retroceso de la playa y señaló que estudios como el presentado por el Ayuntamiento esta primavera, para frenar la inundación de los polígonos con el ensanchamiento del Guadalhorce, incumplirían lo que pide el Ministerio para la Transición Ecológica.