­Francisco Franco sonríe mirando al mar. Le transmite amor verdadero. Pero no se limita a aspirar suavemente la brisa. Él es una especie de cirujano de nuestro litoral. Pronto se empezará a hablar de medusas, natas flotantes y saneamientos insuficientes. La Opinión somete al reconocido experto a un interrogatorio previo.

Agua hasta donde ven mis ojos. ¿Qué le parece esta definición del mar? ¿Demasiado amateur, quizá?

Es mucho más que eso. Más extenso. Si me lo preguntas como experto en sedimentos, además del mar, veo la arena de la playa y los sedimentos que hay en suspensión en el agua del mar.

El malagueño ve aguas poco transparentes y ganas de ir a Cádiz para hacerse fotos que dan bien en las redes sociales.

Las aguas de nuestras playas son menos transparentes que, por ejemplo, las aguas de las playas de Cádiz, Almería o Baleares. Vale. Pero no es una cuestión de calidad. ¿Cuál es la razón? Nuestros sedimentos son completamente diferentes. Cuando un bañista malagueño va a la playa y ve que el mar no es transparente, automáticamente piensa que el agua está sucia. Es un error. Que en Cádiz las aguas son más transparentes...vale. Pero porque las arenas son más gruesas y caen por su propio peso. En Málaga tenemos un problema: tenemos una gran cantidad de arcillas. Las arcillas son el polvo de la playa. Estamos acostumbrados a quejarnos de él. Es lo que mancha nuestras toallas y nos llena los tobillos. Esa arcilla no se sedimenta, permanece en suspensión, haciendo que las aguas no sean transparentes.

¿Era coleccionista de minerales de joven? ¿Cómo se llega a experto en sedimentos?

Soy químico de formación e hice la tesis doctoral en minerales de la arcilla. No era coleccionista, lo admito. Soy más de ver cómo es la aplicación de estos minerales, en vez de quedarme en la descripción. A día de hoy, diseñamos sistemas de depuración de aguas con arcillas. Es una mineralogía aplicada al medioambiente. La playa es 50% agua y 50% arena.

Al final, ¿es más cuestión de arena que de agua?

Si uno tiene una calidad de arenas, el usuario de playa percibe que la playa tiene mucha calidad. Porque la playa es más bonita, estéticamente. Las aguas, teniendo arenas de más calidad, van a ser más transparentes.

El bañista cree que sus playas están sucias. ¿Lo están?

Diariamente, las playas de todos los municipios costeros son lavadas. Hay un proceso diario de limpieza. Se quitan botellas, bolsas, residuos, colillas de cigarro...En ese sentido, las playas están limpias. El agua residual que se echa al mar cumple la normativa europea. Estamos al nivel de cualquier ciudad europea. El problema es la característica básica de nuestras montañas. La arena depende de nuestras montañas. ¿Qué tenemos? Pizarras, que es una roca negra. Cuando se pulveriza, genera un polvo de color negro. Pues ese polvo es el que tenemos en nuestras arenas. Ese polvo, en el imaginario colectivo de los bañistas, se relaciona con la suciedad de la playa.

¿Las agencias de viajes y sus catálogos de alto brillo han hecho daño?

Bueno, los touroperadores, cuando hacen un catálogo de playas, juegan con retocar el color para hacerlas más atractivas. Yo te puedo decir que las exigencias legales de depuración de aguas en Europa son mucho más exigentes y mucho más duras que en el Caribe Mexicano o Dominicano. ¿Calidad de agua? Aquí, se depura mejor. En el Caribe, los niveles de microbiología, es decir de enterococos y e coli, van a ser mucho más altos.

¿El mar tiene memoria?

A ver... el mar hay que cuidarlo. Hay que luchar por cumplir a rajatabla la normativa. Incluso, si se puede, mejorar la normativa. En el mar no solo intervienen los parámetros turísticos. Hay muchas familias que viven del mar. No sólo las que están en el sector del turismo. Dicho esto, el mar es mucho más grande que nosotros. Tiene una capacidad regenerativa impresionante. Hace una semana, sin ir más lejos, fuimos a analizar la calidad de las aguas de todas las playas de Nerja. No había ni rastro de microbiología humana. La calidad de las aguas es excelente. Sin embargo, eso no va a ser siempre así. Aunque el mar tenga una capacidad regenerativa enorme, el hombre no debe utilizar esta característica en beneficio propio.

¿Quién se necesita más? ¿El hombre al mar o viceversa?

El hombre necesita el mar en todos los aspectos. Sobre todo, cuando hablamos de una ciudad costera. El malagueño ha vivido durante mucho tiempo de espaldas al mar. Es la sensación que me da. Practicamos pocos deportes náuticos. Otras ciudades costeras nos ganan en eso. Esa filosofía está cambiando. El malagueño deja de mirar a sus montes y descubre un mar lleno de posibilidades. Tenemos que cuidar el mar porque es nuestra casa.

¿Lo estamos maltratando entre todos?

A nivel global, se está abusando un poco del mar. Pesca intensiva que afecta a caladeros de muchas especies. Hay poco control de la emisión de los plásticos. Sobre todo, en países asiáticos. Lo que ocurre en la costa marroquí, también nos afecta a nosotros. Nos llega a Andalucía. Son muchos factores que influyen. Entre todos, tenemos que cuidar del mar. De nada sirve que solo una ciudad cuide del Mediterráneo si el resto de ciudades no lo hace.

¿Cómo está el litoral malagueño en relación a la depuración? Se ven imágenes y escenas que le quitan a uno las ganas de comer. Ya no hablo del baño.

¿Se trabaja haciendo un esfuerzo enorme? Es verdad. ¿Es mejorable? Todo es mejorable. Las empresas de depuración de aguas hacen un trabajo enorme. Tenemos el problema de que el saneamiento de las comarcas del interior no están tan bien desarrollado. Lo que nos llega de los ríos, del Guadalhorce, está peor que lo que depuramos en las ciudades costeras. Es un problema que hay que solucionar a nivel provincial.

¿Falta civismo?

Tanto en la playa como en el domicilio, debemos concienciar al ciudadano. En la playa, pues que echen la basura a las papeleras. Luego, estamos en nuestras casas y utilizamos las toallitas humedas. Esas toallitas humedas colapsan los sistemas de depuración. De tu casa sale una. De la del vecino sale otra. Al final, como se van enredando, acaban taponando todos los sistemas de depuración. Habría que prohibirlas. Además, hay una publicidad engañosa que está haciendo daño. Se venden toallitas biodegradables cuando no lo son. Se anima al usuario a que tire las toallitas por el inodoro. Cuando esas toallitas entran en el sistema de depuración, se van enredando con otras toallitas y acaban taponando los sistemas. Hemos sido incívicos con el mar, pero desde casa.

¿Qué está pasando con el plástico y el mar? Hay estampas que son de película de terror. Enormes enjambres de plástico, flotando a sus anchas. Animales que se enredan y mueren.

Es una problemática a nivel mundial. Quizá, causada por la nula depuración de las aguas en los países asiáticos. Esos plásticos acaban formando parte de todos los mares. Aunque depuremos en nuestras zonas, los plásticos pueden llegar procedentes de otros lugares.

Luego, ¿del mar a los peces y de los peces a nuestro organismo?

¿Qué ocurre? Los plásticos suelen aparecer en los peces más grandes. Nosotros hemos hecho un estudio a nivel de mercado. Encontramos que en las lonjas, en los puestos de mercado de pescado, donde están acostumbrados a limpiar pescado todos los días, nadie ha encontrado plásticos en los intestinos de los peces. El nivel de presencia de plásticos en los peces es extremadamente pequeño. Hablo a nivel global. Los pescadores de la provincia nos confirman que nunca han encontrado plástico en los peces.

¿La gente es consciente del daño que puede hacer el plástico? ¿Qué pasa con las bolsas que se quedan en la orilla, y de ahí van directas al mar?

Empieza un viaje largo. Prácticamente, eterno. Ese plástico no es degradable. Empieza a romperse y a generar microplástico. Las toallitas, que son de celulosa, no se descomponen porque tienen un porcentaje de plástico. Cuando lanzamos una bolsa de plástico al mar, le estamos afectando desde muchos puntos de vista. Una bolsa que se coloca sobre un coral o un alga, no permite que pase luz solar. Entonces, muere. Un pez que se cuela por dentro de la bolsa, acaba asfixiándose. El plástico afecta al ecosistema. Pero, a nivel de mercado, no está demostrada la influencia negativa de la ingestión de microplásticos.

¿Cómo es la calidad del agua de nuestras playas?

A nivel microbiológico, la calidad es excelente. Es más, cuando analizamos el agua de las natas, también la encontramos ausente de microbiología humana.

¿Qué son las odiadas natas? Hay un abanico amplio de suposiciones populares al respecto.

El imaginario popular tiene todo el derecho a imaginarse todo lo que quiera. Pero, desde un punto de vista científico, tenemos la obligación de arrojar luz. Hasta que nosotros no analizamos las natas hace tres años, nadie las había analizado. Todo el mundo tenía ideas preconcebidas. Por decirlo llanamente, se pensaba que era mierda. El primer análisis ya nos dijo que el 90% de la nata estaba formada por materia mineral. Analizamos los minerales y encontramos que eran los mismos que estaban formando parte de las arenas de la playa. La nata tiene que formarse, entonces, a partir de un proceso en el que hay minerales. ¿Dónde tenemos minerales? Tanto en la arena de la playa como en el fondo del mar.

¿Cuándo aparecen las natas? ¿Siguen algún patrón?

Sobre todo, cuando hay Levante. El mar levanta el fondo marino y hay lo que llamamos mar de fondo. Por eso, las aguas no son transparentes. Cuando las partículas minerales del fondo empiezan a colisionar, se empiezan a adherir. Empiezan a agregarse. La mayoría de esas partículas tienen una morfología laminar y acaban flotando en el mar.

¿Las natas son inocuas para la salud?

Hemos analizado más de 100 natas en los últimos dos años. El 95%, son absolutamente inocuas para la salud. Otra cosa es que, una vez que se haya formado la nata, actúe como un material absorbente. Es como una bayeta. Cuando la compras en el supermercado está limpia. Cuando la pasas por el mueble, pues tienes una bayeta llena de polvo.

Entre La Malagueta y una playa del Caribe, ¿con cuál se queda?

Las playas del Caribe son playas naturales. Sin embargo, allí se depura de forma insuficiente. Si me dan a elegir, me quedo aquí.