La vida de Antonia Muñoz, malagueña de 59 años, no ha sido nada fácil. Cuando era joven fue víctima de maltrato: «Mi marido me apuñaló por la espalda y fue a la cárcel por intento de asesinato».

Los problemas no acabaron ahí porque en 2009, cuando vivía en los nuevos pisos de la barriada de García Grana, se asomó a la ventana, vio que un joven pegaba a un anciano y como le recriminó, «se liaron a tiros conmigo y con mi hija». La policía le comunicó entonces que sus vidas corrían peligro y con la colaboración del concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, y del delegado del Gobierno andaluz, José Luis Marcos, se mudaron de inmediato a unas VPO del Instituto Municipal de la Vivienda en el Pasaje de la Menta, 6 que se acababan de inaugurar.

Antonia Muñoz agradece la ayuda de los dos políticos y en especial, «la generosidad de José Luis Marcos, que pagó de su bolsillo una deuda de alquiler que tenía, para que pudiera mudarme aquí». La deuda calcula que rondaba los mil euros.

Las especiales circunstancias de Antonia, que le obligaron a dejar la barriada de García Grana, permitieron que, a partir de 2012, quedara exenta del pago de alquiler del piso del Pasaje de la Menta, no así del pago de la comunidad, como el resto de una veintena de vecinos de García Grana que ganaron un pleito por el que el Ayuntamiento reconocía que tenían derecho a la propiedad de sus pisos -derecho que al final no hará efectivo hasta 2028-.

Por este motivo, no le cuadra la deuda de 11.517 euros que en una carta en abril le reclama el IMV, en concepto de alquileres y pagos atrasados de la comunidad.

Y tiene que darse con un canto en los dientes porque como señala, el otoño pasado la deuda superaba los 17.000 euros, pero el IMV redujo la cantidad.

«Es un dinero que no me cuadra. Estuve un tiempo muy mal y no pude pagar, las cosas como son, pero no puedo deber tanto», subraya Antonia, que en la actualidad sólo recibe una paga de algo más de 400 euros al mes.

Como destaca, de 2009 a 2012 -año en que quedó exenta- pagaba un alquiler que rondaba los 90 euros, pero por su mala situación económica «me hicieron un plan de pago». Para colmo, detalla, la deuda incluye los cerca de mil euros «que me pagó José Luis Marcos para hacerme un favor y que el IMV no reconoce».

De 2012 a la actualidad sólo paga la comunidad, que ronda los 50 euros mensuales.

Además, ha recibido descuentos del 50 por ciento del alquiler por parte de la Junta, la llamada subvención VIS. Lo remarcable, señala, es que ha sido en unos años en los que ya estaba exenta del alquiler. También comenta que ha tenido descuentos parecidos del IMV, por lo que cree que existen irregularidades en estas ayudas aunque lamenta que ni el organismo municipal ni la Junta le han dado recibo alguno después de reclamarlos.

«Hay muchas casos como el mío», denuncia. Antonia quiere salir del laberinto de una deuda que cree inflada.

Este diario trató de conseguir ayer una respuesta del IMV, sin resultado.