El proyecto de reurbanización y peatonalización de la Alameda Principal continúa avanzando. Tras los trabajos de asfalto del eje central donde actualmente circulan los vehículos y la casi concluida acera de la zona sur, este pasado miércoles los operarios comenzaron a instalar los quioscos de flores que ocuparán parte de esta misma calzada. En total, siete pequeños cubículos se convertirán en los nuevos establecimientos donde los comerciantes de flores podrán ubicar definitivamente sus negocios.

Estas actuaciones forman parte de la última fase de la renovación del entorno, las cuales según la información trasladada por la Gerencia Municipal de Urbanismo a los comerciantes de la zona, prevén que se finalice el próximo mes de agosto.

Las obras de peatonalización de la Alameda Principal que acomete el Ayuntamiento y la llegada del Metro de Málaga a Atarazana, convertirán a este enclave en un renovado epicentro que hasta llegar a su fin, habrá dejado sentir los efectos negativos del desarrollo de un proyecto que comenzó en 2017.

Los floristas de la zona han sido algunos de los muchos comerciantes afectados por estas actuaciones, ya que no sólo han vivido día a día las obras, sino que también han sufrido la poca afluencia de peatones durante estos años y los continuos traslados de los puestos provisionales. "En menos de un año llevamos cuatro traslados sin previo aviso, reubicación que nos ha hecho perder clientes, estar expuestos a las múltiples obras que nos rodean e incluso al deterioro de nuestras propias flores. Ya es mucho tiempo el que llevamos esperando, a pesar de que nos ponen fechas esto no termina y no tienen en cuenta que vivimos de ello", explica Mercedes Muñoz, encargada de uno de los quioscos afectados.

A los incesantes traslados se suma la demora en la ejecución de las obras, que para algunos comerciantes como es el caso del florista Francisco Rosa, están siendo "interminables". "Cuando no están picando el asfalto, están abriendo otra zona o instalando cualquier otra cosa. Aunque parece que avanza, a los comerciantes se nos hace lento porque lo estamos viviendo día a día".

La instalación de los nuevos quioscos, aunque todavía sin fecha de apertura ni traslado definitivo de los provisionales hacia estos, se espera que alivien la realidad que actualmente viven. "Aunque hubiera preferido que la estética fuera lo más parecida posible a los originales y que la Alameda no perdiera el encanto tradicional, situarnos por fin en nuestros puestos correspondientes supondrá un alivio y una estabilidad que llevamos esperando bastante", explica Francisco.

Pérdidas en los comercios

Ya lo notificaba hace unos meses el presidente de la plataforma Entorno Alameda, José Ferrer, "en los últimos seis meses tenemos una media de dos negocios cerrados al mes, lo que suponen más de cuarenta establecimientos cerrados desde que comenzaron las obras".

Los trabajos de peatonalización y las obras del metro han provocado que la transformación sufrida haya impactado directa y negativamente sobre la mayoría de los comerciantes de la zona, para los que algunos como el caso de 'Agustín e hijos peluqueros' está siendo "eterno". Este negocio ha vivido de primera mano cada uno de los avances realizados pero a pesar de ellos, aún cuenta con una valla a escasos dos metros de su puerta. "Da la sensación de que avanza, es cierto que se nota mucho más paso de peatones, pero aún así la situación es insoportable. Llevamos casi tres años de pérdidas y a pesar de que nos informan que para agosto o septiembre estará, no podemos saberlo con exactitud visto lo visto", asegura Fernando Fuentes, uno de los empleados del centro de belleza.

La librería Luces, referente cultural en la capital, está siendo otro de los grandes supervivientes de la reurbanización de la Alameda Principal. Tras trasladarse a la acera sur después de años de pérdidas en la zona opuesta, ahora ocupa uno de los locales de este eje pero aún así José Antonio Ruiz, director de la librería Luces, no ve las mejoras. "Si es cierto que aquí en el comienzo del Soho y con esta amplia acera el flujo de personas es mayor, ya no tenemos frente a nosotros una valla que nos eclipsaba por completo, pero aún así el transito por la vía es difícil, los pasos de peatones se modifican cada dos por tres y eso está haciendo que todavía los vecinos que se vienen a hacer sus compras al centro de la ciudad eviten pasar por aquí. De momento, todo lo realizado maquilla un poco la dura realidad que se está viviendo".

Este insuficiente avance también lo padece uno de los negocios que más tiempo lleva en la Alameda. Para Conchi Tarés, encargada de Bolsos Antonio, "los comerciantes no estamos notando el cambio como debería de ser. La situación es insostenible, las ventas empeoran y a pesar de que puede notarse más movimiento, los pésimos accesos a la zona, los ruidos y las innumerables obras que se ejecutan provocan que la gente no quiera transitar por aquí y por lo tanto, no acudir a nosotros".

A pesar de la larga convivencia con las obras del túnel del metro y la peatonalización de la Alameda Principal, los dueños y responsables de los comercios confían en que los trabajos se desarrollen de forma rápida y que "se vuelva a la normalidad cuanto antes".