El hotel Vincci Selección Posada del Patio 5* (Pasillo de Santa Isabel, 7) ha renovado su interior con un proyecto decorativo que realza la importancia de los patios en la cultura árabe y medieval, para crear un "pequeño oasis en el interior del establecimiento, que aporta luz natural, verdor y frescor". Este punto, al igual que pasaba en la antigua posada del siglo XX que ocupaba el edificio, se convierte en el centro neurálgico de la planta baja del hotel.

"La vegetación está muy presente simulando un jardín interior y los tragaluces evocan, contagian y trasladan a todas las estancias una lograda sensación de encontrarse en un espacio exterior muy luminoso aun estando en espacios interiores", ha explicado la cadena. El proyecto ha sido realizado por la decoradora e interiorista Alejandra Pombo y forma parte de una primera fase de actualización del establecimiento.

La vegetación se alterna con elementos de materiales naturales y de uso tradicional como la rafia o el hierro, que suponen una vuelta a los orígenes y que se repiten a lo largo de las distintas salas. La entrada del hotel, el lobby y el desayunador quedan conectados a pesar de tener funcionalidades muy distintas. Las columnas de hierro y las ornamentaciones, elementos protagonistas, tienen influencia árabe y andaluza.

El objetivo es que que los huéspedes vivan la historia de Málaga e intensifiquen su experiencia de viaje viviendo la ciudad desde la esencia de sus orígenes. El alojamiento está construido en la ubicación que correspondía a dos antiguos edificios, uno de los cuales era una de las últimas posadas que existían en Málaga: La Posada del Patio y el otro, era un edificio de viviendas en el que se ha respetado la fachada de principios del siglo XX. El establecimiento fue reconstruido en su totalidad, respetando el patio que le daba nombre y un antiguo zaguán que correspondía a la entrada desde la calle Camas.

Bajo ambos edificios fueron encontrados los restos de la muralla árabe de Málaga, junto con los restos de la antigua Puerta del Río. Es el tramo más extenso, mejor conservado de la muralla árabe y el único que se puede visitar por las dos caras y por donde se puede pasear utilizando el antiguo camino de ronda de la ciudad.

La muralla fue descubierta mientras se estaban realizando las obras del hotel, entre 2007 y 2008. Su integración en el establecimiento era la opción más difícil pero, sin embargo, la que se eligió de cara a recuperar este monumento de gran valor histórico para la ciudad, y dentro de la apuesta de la cadena por la recuperación de edificios históricos para dotarlos de vida e integrarlos de nuevo en la ciudad. Se hizo un trabajo exhaustivo por parte de los arqueólogos que catalogaron tanto los restos de la misma como todas las piezas que aparecieron, algunas expuestas en el propio hotel.

El resultado es la integración de la muralla en el establecimiento permitiendo visitar este tramo a todo el que lo desee. Está incluido en las visitas aconsejadas por el Ayuntamiento de Málaga. Además, el establecimiento permite la oportunidad de celebrar eventos o veladas especiales en la muralla, sin duda, un escenario diferente y difícil de olvidar.